El Toyota RAV4 celebra su 30º aniversario, siendo uno de los primeros SUVs compactos de la historia y uno de los modelos más exitosos de la marca japonesa en la actualidad. Para conmemorar este cumpleaños, es que hoy repasaremos algunas de las características de cada generación de este producto.
Las ideas en las que se basó el RAV4 –Recreational Active Vehicle with 4-wheel drive, o vehículo activo recreativo con tracción a las 4 ruedas– se expresaron por primera vez en el prototipo RAV-FOUR, presentado en el Salón del Automóvil de Tokio de 1989, una indicación del interés de Toyota en crear un modelo compacto con tracción a las cuatro ruedas. Era solo un estudio de diseño, sin los detalles necesarios para un modelo de desarrollo real, pero fue acogido con gran entusiasmo por el público. En 1991, el proyecto recibió la luz verde y comenzó el trabajo de desarrollo.
Primera generación, 1994 – 2000
Los diseñadores de Toyota crearon una nueva imagen para el RAV4 original, rompiendo con las convenciones para dotarlo de unas curvas cautivadoras y unas líneas únicas. Una rueda de repuesto montada en el portón posterior apuntaba a las capacidades todoterreno, pero su estilo nuevo y fresco se adaptaba a la perfección tanto a entornos rurales como urbanos. En su forma original, era un modelo compacto de dos o tres puertas, con apenas 3,69 m de largo. La potencia la generaba un motor de gasolina de 2.0 litros y 129 cv, con montaje transversal, y la transmisión ofrecía una tracción total permanente. Algunas innovaciones que estaban destinadas a convertirse en la norma eran la carrocería monocasco ligera y la suspensión trasera independiente.
La posición de conducción elevada del RAV4 ofrecía una mayor visibilidad, mientras que sus dimensiones compactas facilitaban las maniobras. Su tacto de conducción ágil y el confort de los pasajeros eran más propios de un compacto que de un vehículo 4x4. En 1996, la gama se amplió con una versión de cinco puertas (de 4,1 m de longitud) y la opción de tracción a las ruedas delanteras, a la que siguió un descapotable de tres puertas. En 1997, salió a la venta en algunos mercados una versión eléctrica de batería -Battery Electric Vehicles (BEV)- con tracción a las ruedas delanteras. Alcanzaba unos modestos 45 kW (63 cv), con unas baterías de hidruro de níquel instaladas bajo el suelo, y tenía una autonomía estimada de unos 200 km.
Segunda generación, 2000 – 2006
El nuevo milenio trajo la segunda generación del RAV4 siendo esta más desarrollada. Una nueva plataforma, con una nueva suspensión y tracción total, daba lugar a una marcha confortable tanto en carretera como fuera de ella, mientras que el confort interior aumentaba. Su nueva estructura, con un mayor recorrido de deslizamiento de los asientos y varias configuraciones de los asientos traseros, ofrecía un habitáculo cómodo y funcional. Tanto la versión de tres puertas como la de cinco eran algo más largas, 5,5 cm y 4 cm, respectivamente. Se ofrecían además dos motores de gasolina: una unidad de 1.8 litros y 123 cv y otra de 2.0 litros y 150 cv.
El sistema 4x4 permanente adoptaba un diferencial de deslizamiento limitado central, mientras que los clientes podían decantarse por un diferencial trasero Torsen como opción de fábrica. En 2001, se ofreció por primera vez un motor diesel: una unidad D-4D de 2.0 litros con inyección directa y 116 cv.
Tercera generación, 2006 – 2012
Para su tercera generación, el RAV4 creció y evolucionó, adoptando una nueva imagen, más sofisticada. El nuevo RAV4 pasó a ser un vehículo exclusivamente de cinco puertas, como reflejo de los cambios en las preferencias y los requisitos de los clientes.
Basado en una plataforma totalmente nueva para su tercera generación, el nuevo modelo tenía una longitud total 19 cm superior y supuso el nacimiento de un nuevo sistema de tracción a las cuatro ruedas de Toyota. Las capacidades de manejo del RAV4 se desarrollaron aún más con la primera aplicación del Control de Descenso y el Control de Asistencia para arranque en pendientes. La selección de motores también se amplió, con cuatro unidades de 2.0, 2.4, 2.5 y 3.5 litros, y uno nuevo diesel de 2.2 litros.
Cuarta generación, 2013 – 2018
La cuarta generación del RAV4 aumentó la longitud total, 23,5 cm, lo que contribuía a un 47 % más de volumen del maletero que el de su predecesor. Su nueva suspensión se diseñó para aumentar el confort de marcha y la implicación del conductor sin sacrificar la estabilidad. Se introdujo una tecnología 4x4 más avanzada, con el nuevo sistema inteligente de control dinámico del par, y la incorporación de dos nuevas funciones: control de viraje y modo deportivo. La gama de motores constaba originalmente de dos unidades nafteras de 2.0 y 2.5 litros y dos diesel de 2.0 y 2.2 litros.
En 2016, el RAV4 experimentó su mayor cambio hasta la fecha. Se introdujo por primera vez un SUV compacto híbrido de Toyota, que desarrollaba una potencia total del sistema de 197 cv con tracción total electrónica E-Four. El sistema híbrido conseguía un consumo de combustible líder en la categoría –con la ayuda de una aerodinámica superior– y unas emisiones de CO2 reducidas.
Quinta generación, 2018 – presente
Con una gama totalmente híbrida para Europa occidental, adoptó la tecnología híbrida de la cuarta generación de Toyota, junto con un nuevo motor híbrido Dynamic Force de 2.5 litros, que aportaba unas mejoras considerables en términos de potencia, respuesta y eficiencia. En 2020, la quinta generación alcanzaba unas cotas superiores de innovación técnica con la introducción del primer RAV4 híbrido enchufable, el RAV4 más potente y eficiente hasta el momento, con 306 cv, una rápida aceleración y unos niveles excepcionalmente bajos de emisiones de CO2 y consumo de combustible.