Alfa Romeo está celebrando su 111 aniversario en este 2021. |
La historia de los 111 años de Alfa Romeo comenzó el 24 de junio de 1910 en Milán y está repleta de hitos alcanzados por muy pocos fabricantes de automóviles. Es una historia impulsada por la pasión en el diseño, la innovación tecnológica, el alto rendimiento y las victorias. La repasamos, a continuación.
Alfa Romeo se estableció oficialmente en Milán, Italia,
el 24 de junio de 1910. Ese año, un grupo de emprendedores y empresarios adquirió la Società Italiana
Automobili Darracq, la sucursal italiana del fabricante
de automóviles francés, y sus talleres Portello en las
afueras de la ciudad y establecieron A.L.F.A. (Anonima
Lombarda Fabbrica Automobili - “Fábrica Lombarda de
Automóviles Sociedad Anónima”).
La compañía recién formada quería desarrollar un modelo completamente nuevo y original. Para hacerlo, A.L.F.A contrató a Giuseppe
Merosi, un ingeniero de primera clase especializado en motores de carreras y que trabajó
para algunas de las empresas más avanzadas
de la época. Bajo el liderazgo de Merosi, la compañía desarrolló
el 24 cv, que hoy podrían describirse como un sedán deportivo.
El vehículo ofrecía un motor de 4.1 litros que entregaba 42 cv y
alcanzaba una velocidad máxima de 100 km/h, una velocidad considerable para la época.
Durante el primer año un total
de cincuenta unidades fueron vendidas y el vehículo fue inscrito
en la competencia Targa Florio de 1911, donde lideró la mayor
parte de la carrera hasta que una “excursión” fuera de carretera
le hizo abandonar. En esa época, las carreras de resistencia eran
los escenarios en donde los fabricantes probaban la confiabilidad y el desempeño de sus nuevos vehículos.
A principios del siglo XX los inventores y empresarios empujaban no solo los límites del desarrollo automovilístico, sino también de la producción de aeronaves. A.L.F.A no fue una excepción.
Mientras avanzaba en el auto de 24 cv, dos técnicos de la compañía – Antonio Santoni y Nino Franchini – obtuvieron permiso para
incorporar el motor de 24 cv a un prototipo de biplano con una
estructura fabricada
con tubos de bicicleta.
Construido en la fábrica
de Portello el 17 de septiembre de 1910, Nino
Franchini tomaba vuelo
por primera vez desde
Piazza d’Armi. Aunque el
avión no tuvo un futuro
comercial, contribuyó
a demostrar la fiabilidad y la capacidad del
primer motor fabricado
por A.L.F.A.
También se exploraba cómo mejorar la aerodinámica de la
recién creada industria automovilística. Mientras que el
diseño de los automóviles de la época todavía se asemejaba al de los carruajes, algunos visionarios comenzaron
a soñar con formas más extremas. El prototipo 40-60 HP
“Aerodinamica” fue construido por el conde Marco Ricotti
de Milán, basado en el Alfa 40-60 HP. Estaba completamente cerrado, construido totalmente de metal y tenía
ventanas circulares. El vehículo alcanzó una velocidad
máxima de 139 km/h.
Mientras que la experimentación con los vehículos
continuaba, la idea del logotipo de Alfa Romeo nació en
una parada de tranvía en Milán. El diseñador Romano
Cattaneo, amigo de Merosi, estaba en Piazza Castello
esperando el tranvía número 14. Mientras miraba la
Torre Filarete del Castello Sforzesco, construido en
1452 y un símbolo de Milán, su atención fue captada por
el “Biscione”, la representación gráfica de una serpiente
devorando a un ser humano, y que es parte del escudo
de armas de la familio Visconti la cual gobernó Milán durante buena parte de la Edad Media y el Renacimiento.
A Merosi le gustó la idea y, después de desarrollar diferentes versiones, los dos amigos decidieron que la más
convincente era la que mostraba al Biscione por un lado
y el emblema de la ciudad de Milán, una cruz roja sobre
fondo blanco, por el otro.
El nuevo logotipo combinaba las dos crestas heráldicas
sobre las que estaba escrito en oro ALFA arriba y abajo
MILANO, separadas por dos nudos saboyanos, para honrar a la casa real de Saboya. Este logotipo fue preparado
y listo a tiempo para la producción de vehículos.
En 1913, la compañía producía 200 vehículos y el A.L.F.A 24 HP
establecía una reputación de rendimiento, tecnología y calidad.
En 1915 la compañía tenía 2.500 empleados y produjo diferentes
series de los 24 HP. Sin embargo, al comienzo de la Primera Guerra
Mundial, los bancos que poseían la deuda de la compañía la confiaron a un joven empresario de Nápoles llamado Nicola Romeo.
Durante la Primera Guerra Mundial la empresa fabricó equipo militar, amplió la planta de Portello y se transformó en
fábrica de guerra.
Así, en la factoría se produjeron compresores de motores, municiones, motores de aviones y, a partir
de 1917, trenes. Solo en 1919, tras finalizar la guerra, se reanudó
la producción de automóviles, inicialmente con el montaje de
piezas en stock, y luego con el diseño de nuevos modelos. Daba
comienzo una nueva era. El nombre de la compañía fue oficialmente cambiado a Alfa Romeo y el logotipo fue actualizado en
consecuencia. Alfa y Romeo fueron colocados juntos en la parte
superior separados por un guión. La tipografía también fue modificada para que que resultara más lineal.
El Alfa Romeo RL, desarrollado por Merosi, comenzó la
producción en 1922, convirtiéndose en el primer modelo
deportivo de Alfa Romeo después de la Primera Guerra
Mundial. El vehículo tenía un motor 6 cilindros con válvulas en la cabeza. Se desarrollaron tres versiones:
Normale, Turismo y Sport.
Nicola Romeo se enfocó en la competición para desarrollar presencia de marca, ya fuera a través de la participación directa o mediante la colaboración con equipos
privados. Como resultado, Alfa Romeo desarrolló una
versión de competición del RL, denominada RLTF (Targa
Florio). Mucho más ligero que el modelo convencional
ofrecía innovaciones como carburadores dobles. La
marca logró reunir un equipo de grandes pilotos entre los
que figuraban Ugo Sivocci, Giuseppe Campari, Antonio
Ascari y un nombre que dejó su huella en la historia del
automóvil: Enzo Ferrari.
Existen diferentes historias sobre el origen del trébol de cuatro
hojas (quadrifoglio, en italiano) que adornaba a los primeros Alfa
Romeo de carreras y que hoy se utiliza para designar a los modelos
de más alto desempeño de la marca. Sin embargo, hay que remontarse a 1923 para conocer la verdad. En vísperas de la XIV edición de
la prestigiosa Targa Florio, Alfa Romeo decidió no dejar nada al azar:
el equipo preparó una versión específica “Corsa” (de carreras) del
nuevo RL, la obra maestra de Giuseppe Merosi. El nuevo “tres litros”
de competición era más ligero, más corto y más poderoso. La compañía también decidió convocar a los mejores pilotos del momento:
Antonio Ascari, Giuseppe Campari, Giulio Masetti, Enzo Ferrari y
Ugo Sivocci. A estos dos últimos les reservaron una versión más
agresiva, con un mayor desplazamiento de 3,154 cc y 95 cv.
Pero, como para ganar carreras no es suficiente tener solo los mejores vehículos y pilotos, la compañía decidió pintar un amuleto en
los capots de sus autos: un trébol verde de cuatro hojas.
El propio Vincenzo Florio relató la legendaria carrera con
conmovedoras palabras que describen un momento fascinante y único en el deporte motor: “... la emoción de la multitud al ver al ganador llegar estaba en el pico de intensidad.
Justo entonces el auto de Ascari apareció entre las colinas.
En la curva de la estación de Cerda, el Alfa de Ascari se detuvo y, junto con el mecánico, el conductor luchó por hurgar
en esa maraña de artilugios para devolver la vida al motor.
Algunos minutos dramáticos pasaron y varios mecánicos
corrieron al rescate.
Finalmente, el auto arrancó, pero cruzó
la línea de meta con cuatro personas más a bordo. Los comisionados de carreras no consideraron válida la llegada en
esas condiciones y obligaron a Ascari a volver. Como no pudo
encontrar a su propio mecánico, agarró a un espectador que
se había colado en el área de reabastecimiento de combustible para echar un vistazo, subió al vehículo, lo arrancó de
nuevo, volvió al lugar donde se había detenido, y una vez más
cruzó la línea de meta. Pero para entonces ya habían pasado
algunos minutos, y Ascari perdió su victoria porque, mientras
tanto, Sivocci le arrebató el primer lugar.”
El auto de Sivocci, el ganador, llevaba el trébol verde de cuatro hojas sobre un fondo blanco con forma de diamante. El Quadrifoglio de Ascari, segundo, estaba pintado sobre un fondo triangular. Otro RL, pilotado por Masetti, llegó en cuarto lugar. Esta fue una gran victoria para la marca y convirtió al Quadrifoglio en un logotipo real que, desde entonces, distingue a todos los vehículos de carreras Alfa Romeo.
También en 1923, Alfa Romeo había sustituido a su ingeniero en jefe Giuseppe Merosi por Vittorio Jano, gracias en parte a la persuasión del joven piloto Enzo Ferrari. El primer modelo de Jano fue el Alfa Romeo P2, impulsado por el primer motor de 8 cilindros supercargado de Alfa con dos carburadores colocados después del compresor.
El Alfa Romeo P2 ganó el primer Campeonato Mundial de Automóviles en 1925. En total el P2 ganó 14 Grandes Premios y varias carreras importantes, incluyendo la Targa Florio, y se convirtió en uno de los autos deportivos icónicos de de aquella década. El P2 fue seguido por el Alfa Romeo 6C, cuyo nombre hacía referencia al motor de 6 cilindros en línea. El 6C 1500 fue lanzado en 1928 seguido por el más potente 6C 1750 que alcanzaba una velocidad máxima de 152 km/h y contaba con un chasis diseñado para flexionar y ondular sobre superficies irregulares.
El 6C ganó múltiples carreras en 1929, incluyendo los Grandes Premios de Bélgica, España, Monza y la Mille Miglia. La mayoría de los autos fueron vendidos como chasis rodante y con carrocerías de especialistas como Zagato y Touring Superleggera. El 6C se convirtió en un éxito en la industria a principios de los años 30, ganando carreras y concursos de elegancia por igual.
El 6C ganó múltiples carreras en 1929, incluyendo los Grandes Premios de Bélgica, España, Monza y la Mille Miglia. La mayoría de los autos fueron vendidos como chasis rodante y con carrocerías de especialistas como Zagato y Touring Superleggera. El 6C se convirtió en un éxito en la industria a principios de los años 30, ganando carreras y concursos de elegancia por igual.
Jano también fue responsable del legendario motor de
8 cilindros en línea del 8C con supercargador. Este fue el
principal motor de carreras desde su introducción en 1931
hasta el final de su producción en 1939, dejando su huella
con innumerables victorias y siendo el motor de elección
en diferentes modelos de Alfa Romeo. El 8C fue un verdadero super auto que logró vencer en las más prestigiosas
carreras de la época con una tecnología de vanguardia y
un diseño espectacular que llevó al mismo Henry Ford a
afirmar: “Cuando veo un Alfa Romeo, me quito el sombrero.”
Además de en los vehículos más deportivos de dos plazas, el motor fue
utilizado a partir de 1932 en el primer vehículo de carreras de un
solo asiento (monoplaza) de la historia, el Monoposto Tipo B’ - P3.
La fiabilidad de su motor era indiscutible y los nombres de pilotos
famosos como Giuseppe Campari, Enzo Ferrari, Tazio Nuvolari y
Achille Varzi se convirtieron en sinónimo de Alfa Romeo, ganando
con él muchas carreras legendarias: Mille Miglia (11 victorias, un
récord aún no superado), las 24 Horas de Le Mans (cuatro victorias consecutivas), la Targa Florio, y una larga lista de Grandes
premios internacionales. Además, las valiosas lecciones técnicas aprendidas de las carreras se transfirieron a modelos de
producción de serie.
La recesión mundial que siguió la crisis de 1929 tuvo
repercusiones en la expansión de Alfa Romeo: la compañía fue absorbida en 1933 por el estado italiano. Ugo
Gobbato fue nombrado Director General y, en 1935, la
compañía fue militarizada y todo el equipo de carreras fue confiado a la Scuderia Ferrari. Es a partir de entonces
cuando se crean muchos autos legendarios de Alfa Romeo,
como el 6C 2300, 6C 2500, 8C 2300 y 8C 2900. Bajo la dirección de Ferrari, Alfa Romeo ganó más carreras que cualquier
otro fabricante en 1934.
En 1939, se colocó la primera piedra
para la nueva fábrica de Pomigliano d’Arco, cerca de Nápoles,
dedicada enteramente a la fabricación de aeronaves.
Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial anuló
los ambiciosos planes de la compañía. Como en la mayoría de
las industrias italianas, Alfa Romeo se convirtió a la producción de guerra y sus plantas fueron bombardeadas por los
aliados. La planta de Portello dejó de funcionar por completo
después de los daños sufridos el 20 de octubre de 1944.
Los trabajos se reanudaron en abril, después de la firma del
tratado de paz. El 6C 2500 Freccia d’Oro (Flecha de Oro) fue el
primer vehículo de posguerra construido por Alfa Romeo y fue
completamente desarrollado por un departamento interno de
Alfa Romeo. Producido en la planta de Portelo en 1947, el vehículo
presentaba señales de diseño que se convertirían en puntos de
referencia distintivos como la unión del escudo central con las
dos tomas de aire laterales.
En 1950, se inauguró el nuevo Campeonato del Mundo de
Fórmula 1, y para el Tipo 158 – conocido como “Alfetta” –
significó 11 victorias en 11 carreras, con Giuseppe “Nino”
Farina ganando el título. Al año siguiente, Juan Manuel
Fangio ganó el título en el Tipo 159, un auto de carreras de 425 cv capaz de alcanzar una velocidad máxima
de 290 km/h, gracias al motor de 1,500cc más
potente jamás fabricado. Estas victorias cimentaron la
reputación de Alfa Romeo como una referencia a tener
en cuenta en el mundo de las carreras.
A pesar de dominar el circuito, Alfa Romeo necesitaba
concentrar sus esfuerzos en el relanzamiento de vehículos para el mercado general y decidió retirarse de las carreras invicto. El 1900 hizo su debut en el mercado, como
el primer Alfa Romeo hecho en una línea de montaje y producido sin un chasis separado. Presentado en el
Salón del Automóvil de París de 1950, fue el primer Alfa
Romeo ofrecido con volante a la izquierda y fue etiquetado como “el sedán familiar que gana carreras.”
Mientras que Alfa Romeo se retiró de los Grandes
Premios, la compañía desarrolló una serie de autos de
carreras experimentales. El Alfa Romeo 1900 C52 “Disco
Volante” (italiano para “Platillo Volador”) tenía una carrocería aerodinámica probada en túneles de viento y
era capaz de alcanzar una velocidad de casi 249 km/h. Tres Spiders fueron hechos en 1952, con un
motor de 2 litros de aleación de cuatro cilindros. Un año
más tarde uno fue modificado en un cupé, y otro en una
Spider de aspecto más convencional con motor de 6 cilindros de 3 litros. Cuatro de los cinco coches de aspecto
futurista construidos en total sobreviven.
Mientras tanto, la compañía cambió radicalmente durante la década de 1950, transformándose en un fabricante a gran escala que se concentró en la producción de automóviles en serie, vehículos industriales, motores navales y diésel para aplicaciones industriales. El Giulietta Sprint fue presentado en 1954 en el Salón del Automóvil de Turín. Este cupé – junto con un spider (1955) y un sedán (1955) – sería crucial, y no solo para la historia de Alfa: estableció nuevos parámetros (este fue el primer auto de producción masiva con un motor de doble árbol de levas hecho enteramente de aluminio) y encarnó la voluntad italiana de emerger de los años oscuros de la guerra. Además, consolidó la vocación de Alfa Romeo como gran fabricante de automóviles. El Giulietta Sprint ofreció rendimiento y manejo únicos en el segmento y se vendió tan bien que los pedidos tuvieron que ser suspendidos solo unos días después de su introducción.
Además, las líneas del Alfa Romeo Spider se convirtieron
en un símbolo de los vehículos italianos de producción en
serie en los años 50.
Importado a Estados Unidos por un distribuidor que estaba dispuesto a ofrecer una versión descapotable del
Giulietta en América, Alfa Romeo comenzó a exportar
autos a Estados Unidos en 1961. El Giulietta es uno de
los iconos del renacimiento automovilístico de la posguerra y de los años de la “Dolce Vita”: la gente lo llamó
“el amor italiano”. Otros derivados de Giulietta se produjeron durante este período, incluyendo el Sprint Veloce,
el Giulietta Sprint Speciale, el TI y el más ligero, más rápido y listo para competir Giulietta SZ.
Ocho años después del éxito de la Giulietta, Alfa Romeo dio a
conocer el Giulia TI en el Autódromo de Monza el 27 de junio
de 1962. Con un coeficiente aerodinámico récord de 0,34, un
peso de 2,205 libras (1,000 kg) y el empaque de un motor de
1570 cc, el Giulia era bien conocido por su manejo alegre, aceleración y dinámica de conducción general destacable entre
los automóviles compactos europeos.
El éxito de ventas del Giulia llevó a Alfa
Romeo a ampliar el taller y abrir una
nueva planta en Arese, cerca de Milán.
Esta planta pasó a ser la sede de Alfa
Romeo hasta 1986.
Al final de su larga carrera, el Giulia y sus múltiples
derivados – como el Sprint, el Spider Duetto (1966) y el
sedán – alcanzaron el objetivo excepcional de un millón
de unidades producidas. El Spider Duetto es sin duda
el más famoso de los modelos, ya que fue el deportivo icónico conducido por Dustin Hoffman en la
película de Hollywood de 1967 “El Graduado”. Solo se
construyeron 6,325 unidades del Spider 1600. El modelo fue reemplazado por la Spider Veloce de 1750, el
Spider 1300 Junior y el 2000 Spider Veloce, fabricado
hasta 1994.
Mientras que la producción en segmentos de volumen se
expandía, fiel a su legado, Alfa Romeo continuaba compitiendo en las pistas. En 1961 Autodelta fue creado y se
convirtió en el departamento de carreras de Alfa Romeo.
El equipo fue victorioso en pistas de todo el mundo
con modelos como el Giulia TZ – que significa Tubulare
Zagato (1963) – y TZ 2 (1965). Los modelos formaban
parte del esfuerzo de la empresa por competir en la categoría Gran Turismo.
El equipo también desarrolló el Giulia GTA, Grand Turismo
“Allegerita” o ligera. Con un peso de solo 745
kilogramos, el GTA tenía paneles de aluminio en lugar de
acero, rines de aleación de magnesio y ventanas laterales de plástico transparente. Los GTA se fabricaron en
versiones de calle (Stradale) o completamente para pista
(Corsa) preparados en su totalidad por Autodelta.
El Giulia GTA ganó siete Campeonatos de Europa y múltiples carreras internacionales, convirtiéndose en uno de
los Alfa Romeo más emblemáticos de la historia. Para la
marca representaba un nuevo paradigma: el coche de uso
cotidiano que gana carreras. El eslogan en ese momento
era “Una vittoria al giorno con la macchina di tutti I giorni”
(Una victoria cada día con el automóvil de uso diario).
En 1967, un nuevo auto deportivo debutó: el Tipo 33. No
solo ganó el Campeonato Mundial en 1975 y 1977, sino
que también inspiró uno de los mayores iconos de la
marca: el 33 Stradale (italiano para “calle”). Construido
enteramente a mano y con la configuración de motor
central, el Stradale fue uno de los primeros superautos del mundo, con una velocidad máxima de 260 km/h. Solo se construyeron 18 vehículos, pero este
pequeño número de unidades tuvo un gran impacto para
la marca. Todavía hoy, el Stradale 33 es una de las expresiones más altas de un coupé deportivo de motor central.
Alfa Romeo continuó ampliando su cartera con el
lanzamiento del Alfasud, un auto compacto, equipado con una serie de sofisticadas
soluciones mecánicas, incluyendo un motor de 4
cilindros opuestos con tracción delantera. La producción del Alfetta comenzó en Arese al año siguiente. Este sedán deportivo con mecánica sofisticada
(motor delantero, tracción trasera y eje posterior De
Dion) fue líder en su segmento durante muchos años. El
Alfetta GT (1974), GTV (1975), seguido por el sedán Nuevo
Giulietta (1977), fueron la columna vertebral de la producción en la planta de Arese.
La pasión por el desempeño – en la calle y en la pista – continuó en la década de 1970. Inspirada en el prototipo presentado en la “Expo” de Montreal de 1967, la marca lanzó la versión de producción del Montreal en 1970. Con líneas agresivas, un motor V8 de carreras y un gran rendimiento, el Montreal fue uno de los icónicos gran turismo de los años 70.
En 1986 el Grupo Fiat adquirió Alfa Romeo, que produjo el nuevo sedán de cuatro puertas 164 (1987). El vehículo fue diseñado por Pininfarina y fabricado en la planta de Arese. Basado en el Alfa Romeo 156, un sedán de tracción delantera diseñado por Walter de Silva que ganó el Auto del Año Europeo en 1998 y fue un éxito comercial, Alfa Romeo desarrolló el modelo 156 D2 listo para competición. Con 310 cv, caja de cambios secuencial de seis velocidades, diferencial de deslizamiento limitado de serie y un peso de 975 kilogramos, el vehículo capturó 13 campeonatos en Italia y Europa.
La pasión por el desempeño – en la calle y en la pista – continuó en la década de 1970. Inspirada en el prototipo presentado en la “Expo” de Montreal de 1967, la marca lanzó la versión de producción del Montreal en 1970. Con líneas agresivas, un motor V8 de carreras y un gran rendimiento, el Montreal fue uno de los icónicos gran turismo de los años 70.
En 1986 el Grupo Fiat adquirió Alfa Romeo, que produjo el nuevo sedán de cuatro puertas 164 (1987). El vehículo fue diseñado por Pininfarina y fabricado en la planta de Arese. Basado en el Alfa Romeo 156, un sedán de tracción delantera diseñado por Walter de Silva que ganó el Auto del Año Europeo en 1998 y fue un éxito comercial, Alfa Romeo desarrolló el modelo 156 D2 listo para competición. Con 310 cv, caja de cambios secuencial de seis velocidades, diferencial de deslizamiento limitado de serie y un peso de 975 kilogramos, el vehículo capturó 13 campeonatos en Italia y Europa.
Otro Auto del Año Europeo para la marca fue el 147,
lanzado en el Salón del Automóvil de Turín 2000.
Originalmente presentado solo en tres puertas, pronto
se unió el de cinco puertas. En el verdadero estilo Alfa
Romeo, versiones más deportivas de los 147 fueron lanzadas. Con un potente motor V6 de 3.2 litros, el 147 GTA
fue un éxito inmediato en el segmento de los “hot hatch”.
Presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra en
2003, el Alfa GT diseñado por Bertone, fue un coupé de
cuatro plazas con un concepto de estilo que recuerda al Giulietta Sprint. Otro vehículo presentado en la
feria de Ginebra, primero como concepto diseñado por
Giugiaro, fue el Alfa Romeo Brera. Este vehículo marcó
el regreso de la compañía al segmento coupé 2+2. El vehículo ofrecía un techo acristalado panorámico, controles electrónicos de tracción y de estabilidad de serie en
todas las versiones.
En el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2003 nació otro ícono, cuando la compañía presentó el 8C
Competizione. El vehículo de producción vio la luz en
2007, con un motor V8 Ferrari de 4.7 litros y 450 cv. Con
solo 500 unidades, este supercoche fue para los coleccionistas y un puñado de afortunados propietarios.
Se unió al 8C Spider en 2008, que mantuvo las mismas
características mecánicas y el mismo rendimiento que
el coupé. La primera parte de su nombre se refiere a la
arquitectura del motor de 8 cilindros 4.7 que dominó los
circuitos de carrera en los años 30 y 40. La otra sección
rindió homenaje al 6C 2500 Competizione Coupé que
Fangio manejó en las carreras de Mille Miglia de 1950. El
vehículo contaba con una velocidad máxima de casi 300
km/h.
Con un diseño inspirado en el supercar 8C Competizione,
el Alfa Romeo MiTo hizo su debut en 2008 en el Castello
Sforzesco de Milán como el modelo de entrada de la
marca para atraer a un público más joven en el segmento
de los hatchbacks pequeños. Un año después, se presentó la versión de alto desempeño Quadrifoglio Verde en el
marco del Salón de Frankfurt. Dentro de las innovaciones
tecnológicas destacan la transmisión de doble embrague (TCT), selector para ajustes de manejo (D.N.A.), diferencial electrónico Q2, así como una extensa gama de
motores con potencias que oscilan entre 78 y 170 cv. El
nombre se debe a la conjunción de Milán (donde fue diseñado) y Turín (donde fue fabricado). Recibió muchos premios alrededor del mundo por su diseño y desempeño.
Para celebrar su centenario en el año 2000, la marca revivió el
Giulietta. El Centro Stile Alfa Romeo diseñó el nuevo Giulietta,
un hatchback de cinco puertas con un inconfundible aspecto
Alfa Romeo, capaz de expresar tanto agilidad como un alto
grado de confort en el uso diario. Utilizando sofisticadas
soluciones de suspensión, dirección activa de doble piñón y
tecnologías de fabricación de última generación, el Giulietta
alcanzó excelentes niveles de confort a bordo, características
dinámicas y de seguridad (tanto activa como pasiva).
En 2015, el esperado coupé 4C de motor central hizo su
debut, con una estructura monocasco repleta de fibra de
carbono/aluminio construida a mano, una transmisión
de 6 velocidades de doble embrague y un motor turbo de
1.750 litros de 4 cilindros con 237 cv. Pesando aproximadamente 1,088
kg, el 4C era capaz de acelerar de 0-100 km/h en poco más
de 4 segundos. Un año más tarde, Alfa Romeo presentó
el 4C Spider, que entregó el mismo rendimiento estimulante que el coupé, mientras que solo agregaba 10 kg de peso.
El regreso del Giulia en 2016 y la introducción del Stelvio
en 2017 culminaron la década con estilo. El Giulia, un sedán
deportivo de alto rendimiento de clase mundial con un
motor turbo de 2.0 litros de 280 cv de serie y, más notablemente, una versión Quadrifoglio con un V6 twin-turbo de
2.9 litros, 505 cv derivado de Ferrari, ganó tanto el premio
de Motor Trend Car of the Year 2018 como un lugar en la
lista de los 10 Best Cars 2018 de Car and Driver.
Montado
en la misma plataforma y ofreciendo los mismos trenes
motrices, el Stelvio, llamado así por el famoso paso Stelvio
en Italia, siguió los pasos del Giulia, ganando múltiples premios y estableciéndose como el referente entre los crossovers SUV de alto rendimiento.
En 2018 y en colaboración
con el Equipo Sauber F1,
Alfa Romeo regresó a la
Fórmula 1 después de más
de 30 años alejados del deporte motor.
En el Salón del Automóvil de Ginebra de 2019, Alfa Romeo reveló el concepto Tonale, un nuevo Crossover SUV que se posicionará por debajo del Stelvio. Al igual que el Stelvio, el Tonale recibe su nombre de una famosa carretera – el paso Tonale – ubicada en los Alpes italianos. El concepto Tonale, diseñado en el Centro Stile de Alfa Romeo en Turín, fue presentado en Ginebra con un tren motriz híbrido enchufable, representando el futuro de la marca en electrificación y el segmento de los crossovers compactos Premium. Al auténtico estilo Alfa Romeo, el Tonale ha ganado múltiples premios, incluyendo “Best Concept Car Design” por Auto & Design y “Most Beautiful Show Car” en el 35º Festival Internacional del Automóvil.
Para conmemorar el 110 aniversario, Alfa Romeo presentó en marzo el Giulia GTA, un sedán de alto desempeño de edición limitada que se remonta al famoso Giulia Sprint GTA 1965 que dominó las carreras en su tiempo. Para el nuevo modelo, GTA, que significa “Gran Turismo Alleggerita” o “Gran Turismo Aligerado”, representa un ahorro de peso de alrededor de 100 kg, así como un aumento de aproximadamente 30 caballos de fuerza del motor doble turbo 2.9 litros V6 derivado de Ferrari. El resultado es una relación peso-potencia de solo 2.8 kg/cv. Para el festejo de los 111 años, se realizarán las entregas de las primeras unidades de los Giulia GTA/GTAm, el nuevo superdeportivo Alfa Romeo producido en solo 500 exclusivas unidades.