Editorial: la "crisis de los chips", o por qué demora en llegar tu nuevo 0km

martes, 25 de mayo de 2021



La escasez de micro-procesadores está retrasando la producción de automóviles a nivel global.

Una de las consecuencias que está dejando la pandemia es la crisis en la producción de micro-procesadores, que afecta a la industria automotriz por la escasez de estos componentes en la producción de vehículos. Editorializa al respecto, Facundo Puig, corresponsal de Autbolog en República Dominicana.


Texto | Facundo Puig

La industria automotriz se encuentra en una situación compleja de producción. Pérdidas billonarias se esperan para el 2021, y los pronósticos sobre cuándo se podría regularizar la situación son pesimistas. La “crisis de los chips”, y cómo está afectando al sector, después del salto. Los microprocesadores llevan años ganando lugar en nuestras compras. La notebook desde la que escribo esta nota, el teléfono desde el que leo Autoblog, o los auriculares inalámbricos con los que me reuno virtualmente usan uno, o decenas de ellos para funcionar.

Esto también pasa en nuestros autos. Asistencias a la conducción, infoentretenimiento, sistemas de seguridad: todos y cada uno de ellos dependen de chips para su funcionamiento. Y cada vez más. Con la electrificación y conducción autónoma, hasta miles de microprocesadores llegan a convivir en un automóvil moderno. Esta dependencia estaba lejos de ser un problema, hasta que el COVID llegó a nuestras vidas.

Problemas con suplidores se combinaron con un enorme aumento en el consumo de aparatos electrónicos. El teletrabajo y el encierro dispararon las compras de televisores, consolas, teléfonos y tabletas. En el mismo momento, la demanda de automóviles se desplomó. En los primeros meses de pandemia, quienes tenemos a nuestro cargo la planificación y compras, cancelamos y aplazamos pedidos. Ante la incertidumbre total, era lo más sensato.


Mientras el consumo de chupetes electrónicos continuaba al alza, el mercado automotriz comenzó a reactivarse: pero era tarde. Los suplidores de microprocesadores ya habían reconvertido sus líneas para priorizar a sus clientes de otros rubros, notoriamente más atractivos en cuanto a márgenes que la industria automotriz, y asignado su producción a producir Playstations e iPhones. 

Esta pérdida de prioridad, junto a las restricciones de producción, condenaron al sector de la automoción a un año sin autos para vender: 110 billones de dólares menos de ganancia estima AlixPartners al cierre de 2021. Decenas de fábricas debieron detener su producción por días, semanas o hasta meses. 

Desde Dearborn, la planta que produce la Ford F-150 en Michigan, a Gravatai en Porto Alegre desde donde llegan los Onix, o Betim donde Fiat fabrica la Strada. Pasando por fábricas en Europa y Asia de los mayores grupos automotrices: estas pequeñas piezas nos complicaron el trabajo a todos. 

¿Qué significa esto? Que tu cero kilómetro podría llegar a demorar algo más de lo previsto. ¿Cuándo se va a resolver? Los más optimistas creen que a finales del 2021, pero hay quienes dicen que este problema nos acompañará también en el año próximo.