Hoy repasamos la historia del modelo más exitoso de Renault, el 4, que en 2021 cumple 60 años. |
La historia del Renault 4 está llena de momentos célebres, empezando ya en su concepción, en los años 50. Renault quería un vehículo de tracción delantera, que fuera fácil de conducir y barato de mantener, mecánicamente duro. En el año de su 60º aniversario, repasamos su historia, a continuación.
En aquel momento, el presidente de la Regie Renault, Pierre Dreyfus, hizo un pedido a sus empleados: "quiero un auto totalmente diferente, cómodo, que sirva para todo oficio, con quinta puerta trasera, que se gane a todos los clientes del mundo que no tienen muchos recursos. Necesito un vehículo que sea como un blue jean, totalmente versátil, para toda ocasión, que no pase de moda…" Es decir: estaba pidiendo un utilitario en toda regla.
Pero, además, ante los ingenieros del proyecto dejó bien clara ciertas premisas: debía ser apto para trabajar y circular por el campo, debía contar con barras de torsión y no resortes de fuerza en la cabina. Renault hizo muchos esfuerzos en su desarrollo, aunque desde el punto de vista estético el R4 nunca gozó de una gran acogida, desde el puro y simple punto de vista mecánico fue toda una maravilla.
Aunque se suele ignorar, junto con el Renault 4 el fabricante francés produjo una versión más humilde: el Renault 3. Prácticamente era el mismo modelo, la única diferencia era que carecía de tercera ventanilla lateral y que su motor, de cuatro cilindros en línea, tenía una cilindrada de sólo 603 cc (el del R4 inicial era de 850).
El Renault 3 solo vivió dos años: de 1961 a 1962, en donde únicamente se produjeron 2571 unidades. También carecía de muchos de los elementos cromados que sí tenía su hermano mayor, y de la parrilla frontal, ya que carecía de ella y en su lugar se le había dado su forma en el propio metal del capot.
La plataforma del Renault 4 era autoportante. Es un aspecto que siempre se destaca cuando se habla de este vehículo, ya que era uno de sus puntos fuertes. A diferencia de la mayoría de los automóviles construidos tanto actual como antiguamente, el Renault 4 fijaba todos sus elementos en un chasis rígido, de dos travesaños, y con un piso plano. Esto quiere decir que podía desprenderse de todo lo demás (carrocería, habitáculo, asientos…) y continuar funcionando.
Aunque Renault realizó un trabajo casi perfecto en este vehículo, cabe destacar algunos fallos que nunca, a lo largo de la vida útil del vehículo, corrigió. El primero de ellos es la fragilidad del metal y de la protección de su carrocería: en zonas cercanas a las costas donde le ataque la corrosión, el vehículo prácticamente se destruye por la intemperie. No por nada en países como España se lo apodaba "Cuatro Latas", burlándose del nombre "4L".
Otro de los errores garrafales es no proveer a los largeros de zonas de desagüe, por lo que la humedad acumulada en su interior (y que no se ve a simple vista) puede llegar a pudrirlos. Ambos errores (el primero de construcción y el segundo de diseño) Renault no llegaría a resolverlos jamás.
Las primeras unidades del R4, en los años 60, poseían los faros a ambos lados de la parrilla central. Luego, en 1965, tuvo un restyling que uniría en la misma parrilla a faros y entrada de aire para el radiador. En septiembre del año 1974 se le añade otra actualización, con una nueva parrilla negro mate y actualizaciones mecánicas que concluyen en el año 1982 con un cuadro de instrumentos totalmente reformado.
A finales de los años 80 (concretamente en 1989) se produjeron los últimos R4 en FASA España (factoría de Valladolid), a partir de ahí la producción se trasladó a Eslovenia, en Novo Mosto, donde hoy se produce el nuevo Twingo. Aparte de las diferencias de motor, los fabricados en esa planta, disponían de una carrocería mucho más delicada y con mayor tendencia a la oxidación.
No obstante los lugares donde se produjo el Renault 4 a lo largo de sus muchos años de vida fueron muchos: Billancourt y Creil (Francia), España, Portugal, Eslovenia (que hasta 1991 formaba parte de Yugoslavia), Marruecos, Tunez, Zaire, Costa de Marfil, Argentina, Colombia, Uruguay, Irlanda, Chile, Angola y Madagascar.
La producción concluyó el 21 de diciembre de 1992, después de haberse llegado a la formidable cifra de 8.000.000 millones de ejemplares fabricados. Fabricar un Renault 4 ya no tenía mucho sentido: la obligación de introducir catalizador y añadir elementos electrónicos para un vehículo cuya concepción era totalmente diferente y el cual se había quedado ya muy anticuado, era un gasto injustificado.