Euro NCAP celebró sus primeros 20 años de existencia chocando un auto de 2017 y comparándolo con uno de 1997. |
El organismo de evaluación independiente europeo celebra su vigésimo aniversario comparando al Rover 100 y Honda Jazz. El primero logró una estrella en 1997; el segundo, el último en lograr cinco en 2016. La idea de esta prueba de celebración fue mostrar la evolución de la seguridad automotriz.
Un Rover 100 de 1997 y un Honda Jazz de 2017, chocando de de forma solapada a 64 km/h contra una barrera deformable. Esta fue la manera de festejar los primeros 20 años de vida de Euro NCAP evaluando la seguridad automotriz en Europa.
Se han salvado MÁS de 78.000 vidas desde la incorporación de los ensayos de choque de Euro NCAP, hace justo 20 años esta misma semana. A día de hoy, el organismo informa de que ha publicado alrededor de 630 valoraciones de seguridad, ha realizado ensayos de choque en, aproximadamente, 1.800 automóviles y ha gastado, en total, más de 160 millones de euros para mejorar la seguridad de los vehículos.
Los primeros ensayos revelaron fallos de seguridad en algunos de los vehículos familiares más vendidos, forzando un replanteamiento fundamental en la forma de diseñar los vehículos para prevenir los accidentes y salvar vidas. 20 años después, 9 de cada 10 autos vendidos en el mercado europeo tienen una valoración Euro NCAP y, además, la industria del motor respalda de forma activa el desarrollo de nuevos requisitos para las mejores valoraciones de seguridad.
En la actualidad, los resultados de los ensayos de choque de dos vehículos familiares fabricados con 20 años de diferencia demuestran los grandes avances de seguridad que se han alcanzado desde 1997. Las tecnologías de seguridad que no existían o se consideraban opcionales (como los airbags del conductor y del acompañante, los airbags de protección laterales, los testigos de aviso del cinturón de seguridad o el control electrónico de estabilidad) se incluyen ahora de serie en todos los vehículos vendidos en Europa.
El 4 de febrero de 1997, se presentaron los resultados de los primeros ensayos de choque, respaldados por la FIA (Federation Internationale de l’Automobile), la ICRT (anteriormente conocida como International Testing) y los gobiernos de Reino Unido y Suecia. Hasta entonces, los fabricantes de automóviles solo debían cumplir los requisitos legales más básicos de los ensayos de choque al fabricar nuevos vehículos; dichos resultados, además, no eran publicados. Era imposible para los consumidores comparar la seguridad de dos autos.
El programa de Euro NCAP fue pionero en la realización, por parte de expertos independientes, de pruebas realistas y comparables en Europa, y sus resultados causaron indignación entre los grupos de consumidores, los miembros del público y los medios de comunicación.
En el primer grupo de ensayos de siete autos populares y de tamaño "chico", el Ford Fiesta y el Volkswagen Polo consiguieron tres estrellas de un máximo posible de cuatro, según los niveles de protección ofrecidos para ocupantes adultos. El Rover 100, líder de ventas, solo consiguió una estrella, mientras que el Fiat Punto, Nissan Micra, Vauxhall Corsa y Renault Clio obtuvieron únicamente dos estrellas. Cuando se comenzó a evaluar la protección de los peatones, solo un auto consiguió más de dos puntos, lo cual indicó que los fabricantes no estaban diseñando vehículos pensando en los usuarios más vulnerables de la carretera.
Los principales fabricantes atacaron a las pruebas, declarando que eran tan estrictas que era "imposible" que un auto consiguiera cuatro estrellas. Sin embargo, cuatro meses después, el Volvo S40 se convirtió en el primero con cuatro estrellas en la protección de los pasajeros.
Las pruebas de Euro NCAP son cada vez más exigentes y, a día de hoy, los automóviles consiguen un máximo de cinco estrellas, no solo por su protección de los pasajeros y de los peatones ante una colisión, sino también por su capacidad de evitar accidentes.
Las pruebas representan casos reales de accidentes que podrían ocasionar lesiones personales o la muerte. Los fabricantes deben demostrar que sus productos están equipados, de serie, con la tecnología necesaria para evitar o mitigar accidentes y, cuando se produzcan, que la protección ofrecida sea la adecuada para los pasajeros y los demás usuarios de la carretera.
Las pruebas representan casos reales de accidentes que podrían ocasionar lesiones personales o la muerte. Los fabricantes deben demostrar que sus productos están equipados, de serie, con la tecnología necesaria para evitar o mitigar accidentes y, cuando se produzcan, que la protección ofrecida sea la adecuada para los pasajeros y los demás usuarios de la carretera.
Video: Euro NCAP crash testing an old Rover 100 and a recent Honda Jazz