Medio millón de unidades de la Porsche Cayenne salieron de la fábrica de Leipzig

domingo, 7 de julio de 2013



Una Cayenne S diesel blanca, con destino a Australia, se convirtió en la unidad en marcar la cifra histórica. Puristas, abstenerse.
Hace unos pocos días, salió de la planta alemana de Leipzig la unidad número 500 mil de la Porsche Cayenne, desde que comenzó su fabricación en el año 2002. ¿La fórmula de su éxito? Carrocería SUV y versiones diésel, dos elementos que muchos tradicionalistas consideraron casi que una traición. Más, después del salto.


El 2002 no fue un buen año para los fanáticos más conservadores de la marca de Stuttgart. En el Salón de París se presentó la Porsche Cayenne, el SUV de lujo pensado para competir con modelos como la X5 de BMW, Range Rover Sport, o la Clase ML de Mercedes-Benz.

Compartiendo varios motores y plataforma -con laterales muy parecidos- con la Volkswagen Touareg, las críticas no demoraron en aparecer para el primer sport utility vehicle de Porsche, que se convertía también en el punto de partida para los motores diesel.


Otro elemento que no ayudó a la primera Cayenne fue el diseño demasiado redondeado, con frontal gordo e inexpresivo, acompañado por una trasera sobria y carente de agresividad. A pesar de esto, las ventas no fueron malas, pero Porsche aprendió la lección.

En el Salón de Ginebra de 2010, vio la luz la segunda generación de la Cayenne. A pesar de conservar la plataforma -con algunos retoques-, mostró profundos cambios principalmente a nivel estético, con un diseño que la hacía más compacta y agresiva. En resumen, más atractiva.


Actualmente, Panamera y Cayenne son los dos modelos más vendidos de la marca. La unidad 500 mil del SUV salió de Leipzig, en Sajonia, hace unos pocos días. Se trata de una Cayenne S diesel, con destino a Australia.

Su dueño, como lo hacen otros 2.500 clientes al año, fue a buscarla en persona a la planta. ¿Para qué? Para poder estrenarla al límite en la pista de pruebas de Porsche homologada por la FIA y ensuciarla en el circuito off-road. 

La producción comenzó con cerca de 70 unidades diarias, y hoy en día se producen cinco veces más debido a la alta demanda, que se exportan a 125 países. Guste o no, la Cayenne fue una excelente jugada de la marca germana.


Los SUV están de moda, de eso no hay duda. Ahora, hasta Lamborghini se encuentra planeando un modelo así a futuro -el Urus (ver nota)-, y Maserati piensa lo mismo con el Kubang (ver web). ¿Una idea encantadora? Sin dudas que no, preferiríamos que cada marca siga con su tradición y fabrique solo íconos.

Pero a veces, el fanatismo lleva a perder de vista algo fundamental: las marcas son empresas, y como tales, buscan el beneficio económico. Si necesitamos ver más Cayenne para seguir escuchando el bóxer de un 911, o Urus para ver la exoticidad de un Aventador, o Kubang para escuchar gritar el V8 de un Granturismo, bienvenidos sean los SUV.