Prueba: Alfa Romeo MiTo Progression 1.4 MultiAir (Parte 1)

El más pequeño de la gama Alfa Romeo, el MiTo. Con su diseño atractivo, atrae todas las miradas.

Evaluamos al modelo más pequeño de la casa italiana. Utilizando motores de mil cuatrocientos centímetros cúbicos y un innovador sistema denominado D.N.A, el MiTo pretende ser uno de los referentes a nivel dinámico dentro del segmento de los compactos premium. El test, después del salto.

A que si alguien les dice Alfa Romeo, lo primero que se les viene a la cabeza son líneas elegantemente deportivas, la frase “cuore sportivo” y los nombres 33, 75, Quadrifoglio, Giulietta o Spider. Para los fanáticos de los autos, esta no es cualquier marca. Desde sus inicios, la marca estuvo asociada a la competición y a la velocidad en las pistas. En las calles sigue siendo un motivo para darse vuelta a mirar embelesado en los semáforos, como esa macchina nos pasa por al lado mientras a su conductor se le infla el ego.

En el caso del MiTo es todo eso concentrado. Como todo Alfa Romeo, está pensado para robarse las miradas. El auto se llama así, con las mayúsculas y minúsculas intercaladas, porque es un nombre compuesto de las dos ciudades en donde nació. En Milán, apareció en papel por primera vez diseñado por el argentino Juan Manuel Díaz y la otra localidad es Torino (Turín) lugar en el que se fabrica. Llega a hacerle la guerra a los pequeños “autos capricho”, como lo son el DS3, el MINI o el Audi A1, que de todos estos es el menos caprichoso.

A nuestro país el MiTo llegó a fines de 2009 con una sola motorización 1.4 TBI (Turbo Benzina Injection) de 155 cv y precios en Euros. Algo que intimidaba a varios a acceder al pequeño Alfa. Un año después llegó el modelo que desglosaremos en este post, el 1.4 MultiAir de 105 cv. Más adelante está prevista la llegada del 1.4 MultiAir turbo de 135 cv con caja DDCT (Automática secuencial de doble embrague) y posiblemente también se agregue a la oferta local el Quadrifoglio Verde, el MiTo más picante, 1.4 MultiAir turbo con 170 cv.

Antes de arrancar de lleno con el test, ya que hablábamos de motores, el 1.4 de 155 cv ya no se comercializa en Europa. Sin embargo, para países en donde los combustibles tienen una calidad inferior, como el nuestro, Alfa Romeo seguirá produciendo esa mecánica por un buen rato. Más adelante se dilucidará si dicha mecánica será reemplazada en dichos mercados por alguna de las nuevas opciones MultiAir con turbo (135 o 170 cv). Ahora sí, analicemos el MiTo Progression 1.4 MultiAir de 105 cv.

DISEÑO (5/5)

De todo lo que hemos probado hasta ahora, el MiTo fue por lejos el auto más llamó la atención. Varias personas se acercaron tímidamente al auto, mientras que otros pararon a hacer algún comentario. Como un policía a caballo, que nos ofreció cambiar su caballo por los 105 del MiTo. Imaginen cual fue la respuesta que le dimos.

Yendo de pleno con el ítem diseño, qué se puede decir que no digan las fotos. Desde el momento en que el diseñador de este auto confesó haber hallado su inspiración en el 8C Competizione, el MiTo se transformó en uno de los autos más bellos y “alcanzables” que hay. En el frente se destacan los grupos ópticos redondos, en forma de ojo de serpiente, que en esta versión Progression vienen enmarcados en plástico gris mate. Los modelos más equipados tienen un aplique cromado. De todas formas, el gris contrasta bien con el color "Blancospino" de la carrocería, una especie de “blanco pimienta” perlado, aún más atractivo en persona que en las fotos.

La típica parrilla central de Alfa Romeo se destaca, con el logo del Biscione en el centro. A la izquierda está el portapatentes, otro de los rasgos característicos de los Alfa Romeo. En la parte inferior del frontal están los faros antiniebla, y por debajo de estos, un atractivo deflector en cada esquina del paragolpes. A criterio personal, uno de los detalles más exquisitos del diseño del MiTo.

El lateral presenta mucha chapa, como en cualquier modelo deportivo. La línea de cintura es alta, y se eleva con un elegante aplique cromado en la base de las ventanillas. El cromado se repite en las manijas de puerta. Los espejos de buenas dimensiones están pintados en color carrocería, y las puertas carecen de marcos, algo que todo deportivo debería tener. Acompañan a esta bella armonía de líneas, unas llantas de iguales características. Son de 17 pulgadas con cinco brazos semicirculares, y están montadas sobre neumáticos Dunlop SP Sport Maxx en medida 215/45 R17. La tenida con los mismos es de primer nivel, también asistida por el sistema D.N.A. del que nos ocuparemos en el apartado de comportamiento dinámico. El depósito de combustible trabaja con la llave, algo bastante incómodo a la hora de repostar. Por suerte el bajo consumo del mil cuatro, hace que esta tarea sea bastante esporádica.

En la zaga del MiTo encontramos un auto “gordo”, con menos superficie vidriada que de costumbre. Las ópticas traseras tienen diodos luminosos (LED) y replican el marco gris de las luces delanteras. Las luces de niebla y de marcha atrás están en la parte baja de la carrocería. El techo tiene una línea descendente que muere en un pequeño alerón trasero, remarcando su imagen de pequeño coupé. En la tapa de baúl encontramos el logo de Alfa Romeo, que presionándolo se accede al espacio de cargas. Otro detalle agradable. En la extrema izquierda está el logo MiTo, y en ninguna parte aclara la motorización o que posee la tecnología MultiAir. Tiene un falso difusor de aire en plástico negro y hay dos pequeñas tapitas en dónde irían los sensores de estacionamiento, que en algunas maniobras, a pesar de ser un auto chico se hacen necesarios como consecuencia de una luneta chica y un pilar C voluminoso. Remata la imagen deportiva un simple escape con puntera cromada de atractivo diseño.

Si hablamos de dimensiones, el MiTo tiene 4,063 m de largo, 1,720 m de ancho y 1,446 m de alto. Por su parte, la distancia entre ejes es de 2,511 metros. Para tener una idea, es bastante más grande que un MINI, algo más que el A1 y casi igual en dimensiones a un Citroën DS3.

INTERIOR (4/5)

La apertura se realiza con una bellísima llave del tipo sevillana, que replica el diseño de la parrilla del auto. Tiene tres botones rojos. Uno para cerrar, otro para abrir y otro que comanda el portón trasero. Desde la llave se pueden cerrar las ventanillas, pero curiosamente, se las puede dejar con una apertura determinada. Es decir, si uno no las quiere cerrar del todo, la llave lo permite. Otro detalle de la llave, es que el logo de Alfa sirve para desplegarla. Queda claro que en este auto todo es diseño y pequeños detalles ¿no?

Ingresar al MiTo es muy fácil, gracias a una puerta grande sin marco. Toda la puerta presenta doble burletería en el umbral. No ingresa al habitáculo ruido de viento, pero sí del motor cuando está por encima de las 3.000 rpm. De todas formas esto es bien recibido, ya que el cuore sportivo tiene un ronroneo más que agradable. En el panel de la puerta del conductor encontramos los comandos para los espejos eléctricos, así como de los dos levantavidrios eléctricos, ambos con sistema de un toque para bajar o subir. En el zócalo está la inscripción Alfa Romeo en negro, dándole nuevamente atención a los detalles. Ya al volante, la posición de manejo se halla fácilmente gracias a las regulaciones en altura y profundidad de la columna de dirección así como las clásicas regulaciones de butaca. Por debajo del volante está el airbag de rodillas para el conductor. Un ítem de seguridad único en su segmento y faltante en varios modelos de mayor categoría.

La posición de manejo del MiTo es baja en relación a otros modelos de la competencia. Sólo se lo podría comparar con el MINI, que es casi como ir acariciando el suelo, pero a diferencia de éste, el italiano tiene asientos que filtran mejor las imperfecciones del asfalto. Ofrecen una buena sujeción lateral, tanto para las piernas como para el torso. Hay tapizados textiles de muy buena calidad. Si opta por el MiTo de 155 cv tendrá cuero perforado (de verdad) de la marca italiana Poltrona Frau y con el logo de Alfa cosido en el respaldo. Una caricia a los sentidos.

Hablando del panel del MiTo, es para destacar la presencia de plásticos inyectados en la parte superior, y rígidos, de muy buena calidad, en la parte baja. A la izquierda de la columna de dirección, encontramos una botonera idéntica a la usada por algunos Fiat, como el Idea o el Punto. Siendo una marca premium, podrían haber usado un elemento distinto. Sin embargo es funcional y desde allí se pueden comandar las funciones de la computadora de abordo, los antiniebla delanteros y traseros, así como regular la altura de las luces en función de la carga. Además también está la tecla para activar/desactivar el sistema Start&Stop.

El tablero de instrumentos ofrece cuatro instrumentos de aguja y uno digital. Cuando se pone el contacto, hace un chequeo de las agujas hasta el tope del recorrido. Un detalle que a los fanáticos nos gusta mucho. En elementos analógicos encontramos al velocímetro, al tacómetro con el corte a las 6.500 vueltas, el medidor de temperatura del agua del motor y la cantidad de combustible en el tanque. Todo de muy fácil lectura, grafismos claros, escala numérica y otro detalle: En italiano, como debe de ser. Al ver las palabras acqua, benzina y giri, además del logo de la marca, uno sabe que está a bordo de un auto 100% tano. En el medio del instrumental está el display de la completa computadora de abordo, cuyas funciones describimos en el video del interior. Además en ese display se pueden visualizar, la hora, temperatura exterior y cuando estamos circulando hay un indicador de marchas, para sugerirle al conductor el cambio ideal para optimizar el rendimiento del motor. Este sistema, ya visto en otros autos se denomina GSI (Gear Shift Indicator)

El volante tiene tres radios y alberga uno de los siete airbags que trae el MiTo. Tiene apliques satinados y un grip agradable a pesar de no contar con revestimiento en cuero. Lamentablemente no es multifunción, algo que le quita categoría al interior. Por detrás del mismo están los comandos de limpiaparabrisas y limpia lava luneta, así como los luces y de la computadora de abordo. La pedalera está realizada en goma y tanto freno como acelerador tienen el tacto justo. Es cuestión de gustos, pero el pedal de embrague tiene demasiado recorrido, y al principio era algo incómodo. De todas formas, con el pasar de las horas eso volvió costumbre y no cansó en ningún momento.

En la consola central encontramos un diseño deportivo. Con unas ondulaciones sobre la visera del instrumental, así como encima de las dos salidas centrales de aire acondicionado y los comandos de baliza y bloqueo de puertas, que no funciona automáticamente en rodaje. En la parte superior encontramos el mismo material satinado que llevan los radios del volante para enmarcar el equipo de audio. Tiene reproductor de CD y lee formatos MP3 y WMA. Tiene cuatro parlantes y dos tweeters. Suena muy bien, sin ningún tipo de interferencias. Además, es muy sencillo de operar, gracias a botones grandes y de fácil interpretación. De todas formas, la contra viene por la falencia de conexiones auxiliares o USB, comandos al volante o Bluetooth. Consideremos que estamos ante un auto que supera la barrera de los 40.000 dólares, cuando hay autos de 12.000 que vienen, por ejemplo, con conexión auxiliar. Es un faltante mínimo, pero faltante igual. En la versión de 155 cv con el equipamiento Distinctive, el MiTo ofrece el sistema Blue&Me desarrollado con Windows Mobile, que ofrece todo lo que acá estamos pidiéndole al MiTo Progression en materia de tecnología multimedia, así como los tan útiles comandos al volante.

Por debajo del equipo de audio encontramos los mandos del aire acondicionado, de accionamiento manual. Funciona correctamente y las perillas tienen un tacto agradable. Por ahí, dado el precio del auto se podría pedir un climatizador de una zona al menos. La cuestión viene por este lado, y es lo que en cierta medida justifica los faltantes. El Progression es el primer nivel de equipamiento del MiTo en Europa, es por ello que se entienden algunas cosas como los tapizados textiles, el aire acondicionado manual o la falta de faros de Xenón. De todas formas lo de los comandos de radio al volante o las conexiones auxiliares no son perdonables.

La calidad de terminación y de materiales está por encima de la media del segmento. Acá es comparable con el DS3 o el A1, ya que el MINI tiene algunos plásticos rígidos algo endebles en los paneles de puerta o en los parasoles. El interior goza de ofrecer muy buenos encastres y materiales así como la atención en los detalles, como por ejemplo en la tapicería íntegramente realizada en tela, pero de un tacto sumamente agradable. Lo único criticable son las manijas internas de las puertas están realizadas en un plástico algo pobre. Podría pedírsele una manija metálica o al menos en un material plástico de mejor calidad.

Atrás el MiTo es cómodo a lo ancho y largo, y la altura de la cabeza al techo sólo es un inconveniente más allá del metro ochenta. Yo mido uno ochenta justo y mi cabeza toca. Facundo con su metro setenta, no tuvo problemas. Es decir, la habitabilidad es muy buena si tomamos como referencia lo que el auto es, una pequeña coupé de segmento B. Lo único que por ahí llega a molestar y es uno de los males de los tres puertas actuales, es que las ventanillas traseras sean fijas.

Si hay que pararlo frente a la competencia es más razonable que por ejemplo, un DS3. ¿Por qué? Sencilla razón. Alfa Romeo lo configuró al MiTo con cuatro plazas. El DS3 ofrece una hipotética tercera plaza central, pero que por la dureza del respaldo, la caída del techo y un falso túnel de transmisión, allí no podría sentarse ni un pitufo. De todas formas (En Europa) al MiTo se le puede adicionar opcionalmente, la tercera plaza con sus correspondientes cinturones y apoyacabezas, si lo desea.

El ingreso a las plazas traseras es el más sencillo que hemos visto en este segmento. Las butacas se corren hacia adelante cuando se las abate y al retornarlas a su posición original, quedan en el mismo lugar. Además la palanca para realizar la maniobra es generosa en tamaño y de buena calidad. En las dos plazas traseras tenemos anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles y dos cinturones inerciales de tres puntos con sus correspondientes apoyacabezas.

El espacio del baúl es uno de los más amplios de la categoría, con 270 litros de capacidad. La misma del A1 y 15 menos que el DS3. El MINI queda bien atrás con unos escasos 150 litros. El MiTo no ofrece abatir el respaldo trasero en 60/40. El respaldo es enterizo. Una solución poco práctica si estamos buscando modular carga con pasajeros. El baúl está totalmente revestido con un alfombrado de buena calidad.

Por debajo de la alfombra encontramos un completo set de herramientas, que hasta incluye un destornillador, y por debajo del kit está el auxilio. Lamentablemente es del tipo temporal y de otra marca. Mientras en las cuatro titulares tenemos las Dunlop SP Sport Maxx en medida 215/45 R17, en el baúl nos estará esperando una Continental en medida 135/70 R16, que soporta hasta 80 km/h. Si bien el perfil está compensado, el ancho es notoriamente inferior al de las cuatro sobre las que posa el Alfa.

Un punto a tener en cuenta es que el borde de carga es muy alto, y puede llegar a ser incomodo si lo que queramos meter pesa bastante. Diseño mata funcionalidad otra vez.

A modo de curiosidad, husmeando en el baúl del MiTo encontramos la hoja de la fábrica de Mirafiori de donde sale el auto, con todos los códigos internos. Un detalle involuntario, más que interesante.

MOTOR (5/5)

Y acá llegamos a una de los puntos más destacados del Alfa MiTo. Il suo cuore sportivo. Nacido en los talleres de ingeniería de FPT (Fiat Powertrain Technologies) este 1.368 centímetros cúbicos, un árbol de levas a la cabeza y 105 cv a 6.500 vueltas. El torque máximo es de 130 Nm a 4.000 rpm. Hasta acá es dónde llegan las cifras y entra el sistema MultiAir, responsable de que este auto sea tan particular. A criterio personal, un concepto que adelanta el futuro de la ingeniería automotriz.

El MultiAir es la alternativa para regular la entrada de aire y la apertura de las válvulas. Para explicarlo más detalladamente, es un sistema electro-hidráulico para el control dinámico de las válvulas de admisión del motor desarrollado por el Centro Ricerche Fiat, Magneti Marelli y FPT. Gestiona electrónicamente, la cantidad de aire que entra en los cilindros. Como consecuencia, se consume lo justo y necesario, tanto de combustible como de energía para mover el auto.

Y ustedes preguntarán: ¿cuáles son las ventajas de todo esto? Bien, son varias en relación a un combustión interna tradicional:

*Se reduce el consumo de combustible (10%)
*Aumenta del par motor (15%) y la potencia (10%)
*Respuesta inmediata al acelerar, ya que la mariposa de gases siempre se mantiene abierta.
*Reducción de gases contaminantes.
*Mayor facilidad en el arranque, ya que con el sistema Start&Stop, la centralita memoriza que cilindro está en fase de combustión para no obligar tanto a trabajar al motor de arranque, minimizando el desgaste de piezas.

Conclusión: un ejemplo de ingeniería moderna.

Pasando a lo que nos dejó en la piel este mil cuatro tenemos que decir que sencillamente nos sorprendió. Al mirar la ficha técnica los 105 cv dejan mucho que desear para un deportivo ¿no? Y acá es donde entra lo que siempre decimos cuando ustedes nos preguntan por tal o cual auto. El MiTo parece tener más potencia que la declarada. Los 105 caballos no se quedan cortos para mover los apenas 1.090 kg de peso en orden de marcha. El MiTo siempre es vigoroso en su respuesta y a pesar de tener el torque máximo recién a las 4.000 vueltas, la mecánica no defrauda y no es tan difícil alcanzar ese régimen, ya que el motor pide cambios y si uno se los da, el MultiAir responderá siempre agradeciendo. También tengamos en cuenta que cuenta con una transmisión de seis velocidades que acompaña de manera impecable los pedidos del pie derecho.

En ciudad es ideal, con el toque justo de ruidos de motor (no se olviden que es un deportivo compacto) para llamar la atención en los semáforos. Ya en la ruta el 1.4 es una maravilla. Llevándolo ligero de vueltas se mueve ágilmente. Ideal para ir haciendo sobrepasos en la ruta a velocidad crucero. Un motor bien elástico, de esos “vuelteros”, pero con respuesta en cualquier régimen.

Yendo a los datos de fábrica, el MiTo tiene una velocidad máxima declarada de 187 Km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 10,7 segundos. En este apartado está un escalón por debajo de sus competidores de similares potencias, que serían el A1 1.4 TFSI y el MINI Cooper con 122 cv.

En el consumo es en lo que más se destaca. En el ciclo urbano de este Alfa MiTo está en los 7,5 l/100 km, el carretero está en los 4,7 l/100 km y el mixto es de 5,7 l/100 km. Por lejos, de los más económicos del segmento, junto con el A1. Además, Alfa Romeo se jacta del bajo nivel de emisiones contaminantes, apenas 134 g de CO2 por kilómetro recorrido.

Galería Alfa Romeo MiTo Progression 1.4 MultiAir

Prueba interior Alfa Romeo MiTo Progression 1.4 MultiAir

Prueba: Alfa Romeo MiTo Progression 1.4 MultiAir (Parte 2)