Prueba: Renault Kwid Intens 1.0

viernes, 15 de diciembre de 2017



Evaluamos al nuevo modelo de acceso a la gama Renault en el Mercosur, el Kwid. Probamos al tope de gama Intens 1.0.
Uno de los lanzamientos más esperados del 2017 pasó por nuestro garage. Durante una semana y por más de 980 kilómetros evaluamos al Renault Kwid, el nuevo citycar del rombo que llega desde Brasil en tres versiones. A continuación la prueba completa de la variante tope de gama Intens.

Hace algo más de dos años atrás, Renault presentaba en India al que se conocía hasta entonces como el Proyecto XBA. Sin saber aún su nombre, sí se había comunicado que sería un "citycar para mercados emergentes", teniendo a India y Latinoamérica como sus principales destinos.

Pero vayamos apenas un poco más atrás en el tiempo. En el Salón de Nueva Delhi de 2014, la marca había presentado al Kwid Concept (ver nota) una suerte de crossover urbano de segmento A. En su momento se había dicho que no adelantaba a ningún modelo de producción, pero como ya vemos, sí nos daba el nombre de ese citycar low-cost.


Avanzamos de nuevo hasta mayo de 2015 que es el momento en el que el Kwid salía a la luz en su versión definitiva en Chennai, India, donde además comenzaba a fabricarse. Utilizando la plataforma CMF-A global y modular del Grupo Renault-Nissan, denominada CMF-A, que también usa, por ejemplo, el Datsun Go (ver nota), este producto entraba a aquel mercado con un precio muy agresivo. Sin embargo el Kwid llegó a los titulares por tener un bajo nivel de seguridad en aquel país, habiendo fracasado en tres crash tests realizados por Global NCAP (ver nota).

Ponemos fast forward en la línea del tiempo y nos vamos hasta el Salón de Buenos Aires de este año. Allí Renault presentó para la región al Kwid made in Mercosur, en el complejo Ayrton Senna de planta de São José dos Pinhais, en Brasil (ver nota). Si bien el estilo era (casi) el mismo que el del modelo asiático, frente a aquel tiene dimensiones diferentes y solo un 40% de las piezas en común. Además, pesa 118 kg más, siendo en su gran mayoría refuerzos estructurales extra, según Renault. A su vez, la plataforma utiliza un 80 % de piezas nuevas y desarrolladas para la región. Esto se explica viendo los malos resultados en pruebas de choque que había recibido el modelo indio.


A Uruguay llegó el 17 de agosto de este año (ver lanzamiento) con una agresiva preventa que superó las 1.250 unidades en apenas unos dos meses y medio, una estrategia diferente de comercializar el modelo pudiéndolo señar mediante Mercado Pago de Mercado Libre (ver nota) y precios bastante competitivos. Además en Autoblog al día de hoy su nota de lanzamiento es una de las más leídas del 2017: más de 95.000 visitas. La gama del Kwid en Uruguay se compone por tres niveles: Life, Zen e Intens con los siguientes precios: U$S 12.390, U$S 13.390 y U$S 14.390.

Después de mucho esperar para poder probarlo, Autoblog pudo tomar contacto hace algunas semanas atrás con un Kwid Intens y la evaluación completa se transcribe, como ya es un clásico, a continuación. Pero antes una aclaración. La unidad utilizada para esta prueba es una denominada Iconic (que no se comercializa aún en Uruguay) y que suma al nivel Intens probado: cámara de retroceso, espejos eléctricos, apertura eléctrica del baúl con mando a distancia, llave tipo navaja, tazas plásticas FlexWheel "Goa" de 14 pulgadas en color Gris Antracita, adhesivo lateral "Stripping Connect", parrilla cromada, retrovisores en color Negro Brillante y apliques interiores Blanco Marfil. 


Exterior

El tamaño del Kwid es una verdadera muestra de ilusión óptica. Por fotos es un producto que parece mucho más grande de lo que es en realidad y su aspecto puede confundir a más de uno con el de un hatch del segmento B. No solo por las líneas, sino por la trompa y suspensiones elevadas, así como también por el uso extensivo de plásticos negros bordeando su carrocería, simulando ser un "mini-Sandero Stepway".

Sin embargo estamos ante un citycar hecho y derecho. En persona no puede simular tanto todo esto que digo en el párrafo anterior y es un auto que hoy es también el primer escalón de la gama Renault tras la desaparición del Clio Mío, al que hay que aclarar que no reemplaza de forma directa. Aquel era un segmento B entry level y el Kwid es un segmento A.


Para distinguir a las tres versiones hay un ejercicio bien sencillo y es mirar a las pequeñas diferencias que las separan. El que estás viendo en imágenes es el Intens (pretendamos que es), que es el más equipado. Se lo puede reconocer por tener los retrovisores y tiradores de puertas en color carrocería y llantas de acero estampado con tazas plásticas FlexWheel "Goa" de 14 pulgadas sobre neumáticos en medida 175/65 R14, que en la unidad de pruebas eran unos -por mí desconocidos- Vectra JK Type de origen mexicano. 

Sí, lo de la foto son tazas. Ningún Kwid trae llantas de aleación por dos motivos: reducción de peso y costos de fabricación. Tampoco usa cuatro tuercas por rueda, sino tres y por el mismo argumento. Luego los Life y Zen llevan la misma medida pero con diseños de tazas plásticas diferentes así como las carcasas de los retrovisores y tiradores de puertas en un plástico de color negro. Y mientras que el Intens tiene faros antiniebla delanteros, los otros dos, no.


Visto desde atrás parece una especie de Kadjar (ver nota) jibarizado, porque como ya dije, el estilo del Kwid bebe de las aguas de los SUVs del rombo con el fin de poder atraer a un público más variado. Si bien no considero que sea un producto "atractivo", hay que reconocerle que es original. De todas formas tiene algunos compromisos muy low-cost que son un poco complicados de digerir.

El que más ruido hace es que para abrir el portón trasero se puede optar solo por hacerlo desde un comando interno. Sobre el portón no hay un tambor con cerradura para introducir la llave (algo que hay que hacer en las versiones Life y Zen para abrir acceder al baúl) ni tampoco un botón externo. Para disimularlo, Renault optó por poner un aplique ciego y cromado que parece una moneda. Lo otro mejorable de este sector es el pilar C tan grueso, que complica la visibilidad en los ¾ traseros en cruces o maniobras de estacionamiento.


Además de las tres tuercas por rueda y ese bendito botón ciego del baúl, tiene en su exterior otras soluciones de bajo costo como llevar un sola escobilla para el limpiaparabrisas y un sapito solo también. De todas formas no es una crítica, ya que funciona bastante bien cubriendo gran parte del cristal al tener un brazo doble y dos eyectores de líquido. Es un recurso ya visto en otros productos, e incluso en algunos bastante más caros que este Renault, como ser el Toyota Etios (ver contacto).

El Kwid mide 3.680 mm de largo, 1.474 mm de alto y 1.579 milímetros de ancho, además de 2.423 mm de entre ejes. En comparación con el producido en India, el fabricado en el Mercosur tiene 0,1 mm más largo, 105 mm menos de alto, 108 mm más de ancho y una distancia entre ejes apenas 0,1 mm más extensa.


Interior

Por dentro el Kwid hace gala de una simpleza franciscana. Es de los interiores más sencillos y sin complicaciones del mercado, aunque en esta versión Intens tiene algunos elementos que le permiten tener un poco más de amenities que en sus hermanos Life y Zen que son bastante más básicos en equipamiento y presentación a la vista.

En términos de calidad no está tan mal como muchos podrían suponer viéndolo por fotos y por el precio que cuesta. Sí, usa todos los plásticos rígidos y duros habidos y por haber. Sí, también se pueden encontrar algunas rebabas o tornillos y tuercas a la vista. Digamos que está apenas por encima de lo que era un Clio Mío, que era casi una kermesse del ahorro y muy por detrás de las referencias del segmento A, como son Picanto o up! en este sentido.


La posición de manejo es muy alta para un simple citycar, por eso de querer jugar a ser un SUV, pero sin siquiera a acercarse a ese concepto en realidad. Incluso Renault da la cota de la butaca al piso como algo de lo que enorgullecerse: unos 324 mm. El asiento ni el volante regulan en altura, pese a ser el Kwid más equipado. De todas formas se logra una postura adecuada, aunque no ideal si somos muy altos (mido 1,80 m, hagan los números). Un par de centímetros más abajo se agradecerían mucho. La butaca es corta y algo firme y no está pensada para encarar en viajes largos.

El volante de tres rayos no cuenta con comandos de audio ni telefonía, y detrás de él se ubica un instrumental pequeño con tres esferas: la central es el velocímetro, la de la izquierda, el tacómetro (solo el Intens lo tiene), y la de la derecha es digital y cuenta con el nivel de combustible e incluye la computadora de a bordo que se comanda de una tecla en el propio tablero. La temperatura del motor faltó con aviso, como ya pasa en otros citycars, valiéndose de un tardío testigo luminoso.


La consola central del Kwid Intens tiene al ya clásico sistema de Renault visto en otros modelos de esta familia. Se trata del sistema MediaNav 2.0, con una interfaz desarrollada por la marca francesa y la surcoreana LG, contando con conexiones USB y Aux-In, conectividad Bluetooth, audio streaming, comando satelital, y GPS integrado. Dentro de esta franja de precios es uno de los pocos citycars en ofrecer una touch screen, algo que muchos sabrán apreciar y mucho. Los Life y Zen llevan una radio doble DIN convencional con las mismas funciones, salvo el navegador.

A su vez en el MediaNav está disponible la función ECO, dividida en dos funciones, el Eco Coaching, que nos da consejos de cómo mejorar el manejo para conseguir un consumo de combustible menor, y el Eco Monitoring, que puntúa mediante estrellas, la conducción eficiente. A todo esto hay que sumarle que cuenta con el sistema Shift Gear Indicator (GSI) para sugerirle al conductor el cambio más adecuado, y mediante un testigo que va del anaranjado fuerte a un verde rabioso en el tablero, indica si estamos realizando un manejo económico o no.


Si bien la pantalla táctil de siete pulgadas es de fácil utilización y cuenta con varias funciones, queda bastante cerca las manos del conductor (pese a no tener comandos al volante), en tiempos de popularidad de Android Auto y Apple CarPlay, este sistema multimedia está empezando a mostrar el paso de los años no de la mejor manera, y no solo en el Kwid, sino también en el resto de los Renault que lo utilizan. De todas formas, en su defensa, es el único citycar con un sistema que trabaja con comandos por voz para telefonía (solo con Siri de Apple).

Pasando a las plazas traseras, si bien en las publicidades del Kwid hablan de una amplia habitabilidad para cinco pasajeros adultos (ver video), la realidad es que es más un cuatro plazas que cinco, al igual que pasa con todos sus rivales directos. De todas formas hay productos en este segmento con una habitabilidad más comprometida que el Renault y en general los citycars son productos usados de forma ocasional como mucho por dos personas y de forma regular y diaria, por una sola.


A lo ancho dos adultos van bien, aunque tampoco holgados, a lo largo les queda poco espacio libre entre las rodillas de los ocupantes traseros con respecto a las butacas delanteras y a lo alto tampoco sobra mucho lugar para las cabezas, producto de la caída del techo, que es más pronunciada en los laterales que en el medio del auto. Igual se puede viajar bien en un trayecto corto, por ejemplo.

La plaza central cuando las dos laterales están en uso, podría decirse que desaparece por lo angosta que es la plataforma, pese a que el piso en esa zona es bastante plano y el espacio de la cabeza al techo es correcto. En resumen, tiene una habitabilidad correcta para cuatro adultos, pero no puede decirse que cuenta con un habitáculo amplio, algo que también puede notarse sentado al frente porque queda poca distancia también entre las butacas delanteras.


La explicación de esas cotas interiores se comprende cuando vamos al baúl, que está muy bien presentado sin chapa a la vista, pero carece de luz interior. Tiene la mayor capacidad del segmento A, incluso superando a modelos del B: 290 litros en su menor volumen. Corresponden a 5 litros más que en el Volkswagen up!, 39 más que un Suzuki Celerio, 55 más que en el Fiat Mobi, 130 l más que en un Chery QQ o 150 más que en un BYD F0. Así de grande es frente a la competencia.

De no ser suficientes esos litros, pueden ser ampliados rebatiendo el respaldo trasero (de forma enteriza) hasta los 1.100. Por debajo de una alfombra encontraríamos el auxilio en medida 175/65 R14 con una llanta de acero estampado y un neumático de la misma marca que los titulares, algo que se agradece ya que los ahorros de otras marcas comienzan por usar a las infames galletas.


Motor y transmisión

Al igual que el modelo en sí, el conjunto mecánico también es 100% nuevo para Renault. El Kwid utiliza un impulsor perteneciente a la nueva familia de motores SCe (Smart Control Efficiency) de Renault. Con 998 cc de cilindrada, con tres cilindros, 12 válvulas, doble comando de válvulas, distribución por cadena y block de aluminio, este nuevo motor produce una potencia de 66 cv a 5.500 rpm, mientras que el torque máximo es de 92 Nm a 4.250 rpm.

Se trata de una mecánica que tiene un funcionamiento ágil, silencioso y sereno, pero a la vez que no transmite las vibraciones clásicas de los tricilíndricos en ralentí cuando están fríos. Es muy curioso ver como Renault ahorró en cantidad aislante fonoabsobente en el vano motor, pero que de todas formas no se llegan a transmitir (tantos) traqueteos al habitáculo. La respuesta está en que el motor tiene cadena de distribución y no correa, que siempre es una solución a las vibraciones, además de bajar los costos de mantenimiento. Es algo muy meritorio en un auto pensado desde la reducción de costos de producción.


Pensando en el uso urbano, se presenta ágil en el bajo y medio régimen (en el entorno de las 3.000 vueltas), pero pasando esa zona, en la parte alta del tacómetro (3.500-4.000 rpm) así como en la baja, ya se manifiesta con un poco menos de brío y agilidad. En ruta, en tanto, tiene un comportamiento correcto para sus dimensiones y al igual que sus competidores, tendremos que apelar a la transmisión para facilitar los adelantamientos con mayor seguridad, porque como ya sabrán, son todos bastante lentos.

La transmisión manual de cinco relaciones cuenta con un funcionamiento correcto, marchas más bien cortas en todas las relaciones y un escalonamiento correcto, con las tres primeras algo largas y unas cuarta y quinta bastante más largas, jugando más con el rendimiento de combustible que con la respuesta del impulsor, como pasa en todo citycar que se precie de tal. Más allá de esto, en líneas generales es de los citycars más ágiles para moverse en la ciudad por esas relaciones cortas y el bajo peso de la carrocería.


Renault declara una velocidad máxima de 152 km/h y una aceleración de 15,5 segundos. La única cifra de consumos oficiales es según fábrica de 6,5 litros cada 100 kilómetros para el ciclo mixto. Durante los días de prueba pude obtener en ciudad un promedio de 7,4 litros cada 100 km, en ruta unos 4,6 l/100 km (récord absoluto de las pruebas de Autoblog), mientras que en ciclo mixto la mejor cifra fue unos 6,0 l/100 km.

El peso en orden de marcha declarado para esta versión Intens es de 786 kg, mientras que el depósito de combustible cuenta con 38 litros de capacidad, es decir, apenas un poco más que los clásicos 35 de la mayoría de los segmento A, con excepción de los 50 que Volkswagen declara en el up! y los 47 l del Fiat Mobi.


Comportamiento dinámico

El planteo de suspensiones del Kwid es bastante similar al de sus rivales con poco recorrido de los amortiguadores, aunque sin tampoco poner en jaque el confort de marcha. Su comportamiento y chasis priorizan esto último con un foco puesto en el uso de ciudad, valiéndose de un esquema que en general se percibe blando y bien resuelto para soportar pozos o empedrados demostrando una gran solidez ante los maltratos de nuestras calles y rutas recauchutadas.

También lo ayuda un generoso -y hasta exagerado, diría- despeje al piso (180 mm) que lo hace inmune a todos esos obstáculos. A su vez los neumáticos de perfil 65 son perfectos para lidiar con empedrados y cortes de la calzada, pero las suspensiones, producto de ese recorrido más bien corto, llegan a manifestar sequedades en especial cuando cruzamos por arriba de vías férreas o cambiamos de pavimento, por ejemplo, y a veces se lo puede sentir algo saltarín en esas ocasiones. Pero es solo en esos casos puntuales.


La dirección electro-asistida es muy amigable, presentándose perfecta para las maniobras típicas del ámbito urbano. Así que estacionar mal un Kwid es casi una misión imposible. Además, cuenta con un diámetro de giro muy reducido, 10 metros, y está muy desmultiplicada teniendo que dar menos de cuatro vueltas para ir de un tope a otro de la dirección. En el uso rutero, en tanto, se la siente un tanto sobre asistida de más, obligando a corregir la trayectoria cuando nos cruzamos con algún viento cruzado, por ejemplo.

El impulsor, como ya dije, tiene un comportamiento correcto y ágil, que se muestra más a gusto entre las 3.000 y 3.500 rpm, porque también es un producto muy liviano, como ya mencioné más arriba. Destaca por su rapidez de respuesta en ese régimen, trepando rápido en vueltas y con un agradable -para mi- y típico sonido de los tres cilindros cuando los pisamos a fondo, y sin vibraciones tan marcadas que molestan tanto cuando estamos detenidos en un semáforo o al momento de ponerlos en marcha bien temprano a la mañana, como pasa con otros tricilíndricos de este segmento.


La transmisión también asiste a esa agilidad de uso, pero en especial por lo bien que aprovecha al pequeño 1.0. Es así que a 70 km/h el motor trabaja en quinta marcha a 2.100 vueltas, y sin tampoco perder la respuesta como pasa en otros autos urbanos. Si bien no es un producto que sea "divertido" de usar, sí es cómodo e ideal para moverse en el tránsito todos los días. Y eso es algo que varios clientes sabrán apreciar mucho.

La insonorización del habitáculo es un factor que varía según la situación de uso y un factor muy mejorable del Kwid. En ciudad es correcta y nos permite ir charlando sin levantar la voz o tampoco teniendo que subir al tope el volumen de la radio. En la ruta, por su parte, tanto el viento golpeando contra los espejos y el parabrisas, así como los neumáticos -si el asfalto es muy rugoso- pueden transmitir rumorosidades al interior que comprometen bastante el confort acústico.


A la hora de encarar curvas rápidas las inclinaciones (muy) pronunciadas de la carrocería son las esperables en un producto alto, con un despeje generoso y por el ajuste blando de sus suspensiones. No se lo percibe nada a gusto a velocidades apenas un poco por encima de los límites legales (ya a 120 km/h, por ejemplo). Hay que reconocer también que el usuario promedio de un auto chico y pensado para la ciudad rara vez podrá percibir todo eso por el uso que le dará. Comparado con otros rivales, el Kwid tiene un comportamiento dinámico bastante flojo.

El combo mecánico tiene un comportamiento lógico en lo veloz, producto de estar montado en una carrocería muy liviana que mover. Viaja a 110 km/h en 5º a 3.500 rpm, pero no se escucha al tres cilindros rugir tanto, y recién si rompemos la barrera de las 4.000 vueltas, se hará más presente en el habitáculo. Aunque también hay que decirlo, un poco acallado por los ruidos de rodamiento y viento mencionados más arriba.


Por otra parte, el Kwid presenta una elasticidad en ruta justa, producto de que sus recuperaciones de velocidad no son nada ágiles. Le toma 7,73 segundos ir de 80 a 110 km/h en 3ª, que es un tiempo lógico, mientras que en 4ª o 5ª lograr ese aumento de velocidad se alarga hasta unos ya no tan veloces 10,38 y unos eternos 17,11 segundos respectivamente. Consejo: hay que bajar a 4ª o 3ª para hacer un adelantamiento con seguridad, tal y como sucede con otros citycars.

Pasando raya del apartado dinámico, encontré que este producto no traiciona su speech de ventas. Está pensado para moverse en la ciudad y de forma ocasional salir a la ruta, aunque con reparos. Sus cifras de potencia y par puede que no entusiasmen ni convenzan a muchos, pero Renault logró combinarlas con un bajo peso que le imprimen un buen grado de agilidad en el uso urbano. Ya al salir a la ruta encuentra las mismas limitaciones que la amplia mayoría de los rivales en términos de recuperaciones y tenida direccional, pero no es nada que los usuarios de este segmento no conozcan.


Equipamiento

El Intens es el más equipado de los Kwid para nuestro mercado y ofrece una dotación correcta para su precio. Trae de serie: luces diurnas (DRL), respaldo trasero rebatible enterizo, dirección asistida eléctricamente, aire acondicionado, apertura interna del depósito de combustible y baúl, Gear Shift Indicator (GSI), pack eléctrico (levantavidrios delanteros y bloqueo), limpia lava luneta, sistema CAR (bloqueo en rodaje), aplique lateral y pilar B en color negro, encendido automático de luces, faros antiniebla delanteros, computadora de a bordo, cinco apoyacabezas (dos delanteros fijos y tres traseros regulables), tacómetro, carcasas de los espejos y tiradores de puerta en color carrocería, sistema multimedia MediaNav 2.0 con AM/FM/USB/iPod/Bluetooth/Aux-In/GPS, sistemas Eco Coaching y Eco Monitoring y llantas de acero estampado con tazas plásticas FlexWheel "Goa" de 14 pulgadas sobre neumáticos en medida 175/65 R14.


Si bien la dotación es lógica para un producto sub-15 mil dólares, de todas formas algunos rivales directos cuentan con elementos que el Kwid podría ofrecer en esta variante tope de gama, como ser volante y asiento del conductor regulables en altura, llantas de aleación, volante con comandos de telefonía y audio, levantavidrios eléctricos traseros o espejos con regulación eléctrica (aunque la unidad probada los tenía). Otro reclamo es un desbloqueo de puertas que trabaje de forma automática, sin tener que presionar el botón de la consola cada vez que queramos bajarnos del auto.

De todas formas Renault sale bien parado en términos de confort siendo el único que tiene un sistema multimedia de fábrica. Otros rivales ni siquiera cuentan con una radio con Bluetooth, que hoy es tan necesaria como el aire que respiramos, mientras que algunos productos como el Chery QQ, ya están ofreciendo una central multimedia al igual que el Kwid en sus versiones más equipadas.


Seguridad

En lo que sí Renault se despega y mucho del resto de los citycars más accesibles del mercado es en el apartado de seguridad disponible. Hoy es la dotación es la más completa por debajo de 15 mil dólares. Todos los Kwid llevan de serie: frenos ABS+EBD, cuatro airbags (frontales delanteros y laterales de tórax), cuatro apoyacabezas (delanteros fijos, traseros regulables), cuatro cinturones inerciales de tres puntas y central trasero de dos, anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles. En el caso del Intens, suma el quinto apoyacabezas para la plaza central trasera.

Si bien los dummies parecen ser muy cariñosos con el modelo (ver video), en relación a la estructura, en las pruebas de Latin NCAP obtuvo una nota correcta, pero no excelente. Hace algunas semanas atrás consiguió las tres estrellas para adultos y tres para niños (ver pruebas). Es un resultado mejor que el del Fiat Mobi, por ejemplo. Pero Volkswagen sigue usufructuando las cinco y cuatro obtenidas con el protocolo anterior en el up!


De todas formas hay que reconocer que fue una gran mejora frente al modelo de India. En el informe de Latin NCAP en relación a los pasajeros adultos la protección ofrecida a la cabeza y cuello del conductor fue buena, pero la del pecho del conductor fue marginal mientras que la del acompañante recibió protección adecuada.

Las rodillas del conductor y el acompañante ofrecieron protección marginal dado que podrían impactar con estructuras peligrosas detrás del tablero. La zona del área de los pies fue considerada como estable y tuvo deformación insignificante y el habitáculo fue considerado como estable. En el impacto lateral, el airbag lateral de tórax ofreció una protección débil para el pecho, mientras que el auto ofreció una protección adecuada para el abdomen y cabeza y buena para la pelvis.


Yendo con la protección para pasajeros niños, en el Kwid  el Sistema de Retención Infantil (SRI) para el niño de 3 años fue capaz de evitar un desplazamiento excesivo hacia adelante durante el impacto frontal, por debajo de los límites permitidos. El dummy de 1 año y medio recibió buena protección durante el impacto frontal, mientras que en el lateral los dos dummies de niños recibieron buena protección. La señalización y las instrucciones en el vehículo sobre los anclajes ISOFIX eran claros y cumplían con los requisitos de Latin NCAP. El modelo no ofrece cinturones de seguridad de tres puntas en todas las posiciones, y eso explica parte de la pérdida de puntos. Tampoco es posible desconectar el airbag del acompañante, pero el modelo cuenta con lugar en el tablero diseñado para colocar el switch para hacerlo.

Los frenos son de discos sólidos adelante y de tambores en el eje trasero. Presenta un funcionamiento muy mejorable ante frenadas de emergencia, encendiendo las balizas, pero con dos particularidades. La primera es que el sistema manifiesta fatigas prematuras, pero no llega a perder la trayectoria. Y la otra es que el pedal tiene un tacto bastante extraño, haciendo tope contra el parallamas del habitáculo y generando algunas vibraciones. Lleva un tiempo acostumbrarse a él, porque uno siente que el auto no está frenando nada y en realidad, tampoco está parando en distancias razonables. Es un aspecto muy mejorable del modelo.


Precio, garantía y competidores

El Intens probado (ya sé que es el Iconic el de las fotos...) cuesta U$S 14.390 y es el más completo de todos los Kwid. Un valor lógico para ser el mejor equipado, considerando que otros rivales pasan con holgura los 15 mil dólares para ir a buscar el full-full. El resto de las versiones son las Life (U$S 12.390) y Zen (U$S 13.390). La garantía también es muy buena, con 3 años o 100.000 kilómetros, algo que ya es extensivo a toda la gama Renault y que ahora puede ampliarse a 5 años o 120.000 km a un costo extra de U$S 320 o U$S 220 si optan por 4 años o 120.000 km.

Cabe destacar que los precios eran todavía más competitivos durante la preventa, con 11.990 dólares en el caso del Life, 12.990 el Zen y 13.990 el Intens. Hace un par de semanas atrás tuvieron una suba (ver nota), producto de que las ventas de próximas partidas están previstas para enero de 2018, momento en el que comienza a regir el aumento de la Tasa Consular (ver nota). De ahí que ya se haya incluido ese porcentaje en la suba de precios y es algo que todas las marcas harán en breve.


El Kwid entra de lleno al segmento donde Renault no tenía presencia desde la época del simpático y exitoso Twingo. Hoy este nuevo citycar juega a otro partido muy diferente, porque además esta franja del mercado cambió mucho desde la desaparición de aquel modelo ideado por Patrick Le Quément a mediados de los años noventa. Y también porque el Kwid no tiene la impronta revolucionaria que tenía aquel monovolumen pequeño.

Considerando que el modelo evaluado es el más caro de la gama, la competencia del rombo para este Kwid Intens es la siguiente: BYD F0 1.0 GLX-i (U$S 11.990), Chana Mini Benni 1.0 A31A (U$S 11.590), Chery QQ 1.0 Luxury (U$S 11.490), Fiat Mobi Easy On 1.0 (U$S 12.890), Geely LC Music 1.0 (U$S 11.490), Suzuki Celerio 1.0 GLX (U$S 13.990), Volkswagen move up! 1.0 (U$S 14.500) y Zotye Z100 1.0 Elegant (U$S 11.450). Un detalle a tomar en cuenta es que ninguno de los rivales del Renault aplicaron la suba de precios por Tasa Consular. De ahí que haya una ligera diferencia de valores entre ellos y el Kwid.


Conclusión

Más allá de las bromas que se pueden hacer con el concepto marketinero de "el SUV de los compactos", el Kwid es un producto más interesante de lo que muchos podrían considerar. Se muestra como un modelo ideal para el uso urbano con una agilidad ideal para el tránsito, así como también equipamientos de confort y seguridad que lo despegan un poco de otros citycars que estén entre los más económicos del mercado.

A esto tenemos que sumarle una política agresiva de precios, una garantía destacada y el valor de ser un modelo de una marca tradicional que desembarca en un territorio hasta ahora ocupado por productos de origen chino que en muchos casos tienen una calidad bastante inferior a la que muestra este Renault. Ni hablar del otro estigma con el que cargan desde hace un tiempo los modelos de esa procedencia en términos de desvalorización y reventa.


Es cierto, el cliente de este tipo de productos compra más que nada por precio y economía de mantenimiento. Si a eso le sumamos una estética pseudo-SUV (que siempre sumará puntos para muchos consumidores), un baúl y despeje generosos, equipamiento lógico para el precio, con un fuerte hincapié en términos de seguridad ahora corroborado con pruebas de organismos independientes, el Kwid será la compra lógica de más de un bolsillo.

Otro punto a destacar es la buena actitud de Renault en este lado del mapa en relación a mejorar el desempeño estructural de este producto en comparación con el que se vende en India. Es la prueba de que cada vez más la seguridad está pesando incluso en sectores del mercado donde antes solo el precio era el que inclinaba el fiel de la balanza. Habla muy bien de los consumidores y mucho más de las marcas que saben reaccionar en consecuencia.


Renault tiene un producto que busca sacudir un segmento que estaba hasta ahora bastante quieto y sin mayores novedades. Y a las pruebas basta remitirse: hoy comprar un Kwid implica esperar la unidad hasta marzo del año que viene y por estos días están recibiendo su auto aquellos que lo señaron en agosto. Una demostración clara de la respuesta que tuvo en el mercado local y como una vez que un modelo cala en el mercado por ser competitivo, hace bastante ruido.

Tanto con la llegada de este citycar como del Fiat Mobi, el segmento A volvió a pasar a estar entre las batallas de mercado más interesantes de ver cómo avanzan. La mejora constante de los productos de acceso al mercado, hacen cambiar el concepto de "auto accesible" que podíamos trazar hace unos 10 años atrás. Y el público lo sabe. Por eso aunque usen motores con poca potencia, las ventas de los más chicos siguen moviendo marcas enteras.



A favor
  • Agilidad en ciudad
  • Capacidad de baúl
  • Confort de marcha en ciudad
  • Consumos reducidos
  • Equipamientos de confort y seguridad
  • Garantía extensible
  • Relación precio/equipamiento
  • Robustez de suspensiones

En contra
  • Calidad de algunos plásticos
  • Cinturón central trasero de dos puntas
  • Insonorización en ruta (eólica y rodamiento)
  • Recuperaciones en ruta
  • Respaldo trasero enterizo
  • Sensibilidad a vientos laterales
  • Tacto del pedal y desempeño de los frenos
  • Visibilidad ¾ trasera limitada



FICHA TÉCNICA:

MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 998
Número de cilindros: 3
Número de válvulas: 12
Relación de compresión: 11,5:1
Diámetro x carrera (mm): 72,2 x 81,3
Inyección: indirecta multipunto
Potencia máxima (cv/rpm) 66/5.500
Torque máximo (Nm/rpm) 92/4.250
TRANSMISIÓN
Caja de velocidades manual de cinco relaciones
Tracción tracción delantera
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica
FRENOS
Delanteros: de discos sólidos
Traseros: de tambores
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: tipo McPherson, triángulos inferiores y muelles helicoidales
Trasera: eje rígido y muelles helicoidales
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 175/65 R14
Rueda auxiliar: 175/65 R14
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) 152
Aceleración 0/100 km/h (s) 15,5
Consumo (l/100km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: 6,5
DIMENSIONES / PESO
Capacidad del baúl (l) 290/1.100
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 786
Largo total (mm) 3.680
Ancho total (mm) 1.579
Alto total (mm) 1.474
Distancia entre ejes (mm) 2.423
Capacidad del tanque de combustible (l) 38

Galería: Renault Kwid Intens 1.0 | Créditos: Autoblog y Diego Olivera (oliverafotografo.com.uy).

EQUIPAMIENTO:

EXTERIOR
Aplique lateral y pilar B en color negro
Carcasas de los espejos y tiradores de puerta en color carrocería
Faros antiniebla delanteros
Llantas de acero estampado con tazas plásticas de 14 pulgadas
Luces diurnas (DRL)
SEGURIDAD
Airbags frontales delanteros y laterales delanteros de tórax
Anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles
Apoyacabezas delanteros y traseros (dos delanteros fijos y tres traseros regulables)
Cinturones de seguridad inerciales de tres puntos (4) y central trasero abdominal (1)
Distribución electrónica del frenado (EBD)
Frenos ABS
CONFORT
Aire acondicionado
Apertura interna del depósito de combustible y baúl
Computadora de a bordo
Dirección asistida eléctricamente
Encendido automático de luces
Espejos exteriores regulables manualmente
Gear Shift Indicator (GSI)
Levantavidrios eléctricos delanteros
Respaldo trasero rebatible enterizo
Sistema CAR (bloqueo en rodaje)
Sistema multimedia MediaNav 2.0 con AM/FM/USB/iPod/Bluetooth/Aux-In/GPS, sistemas Eco Coaching y Eco Monitoring

PRECIO Y GARANTÍA:

U$S 14.390. Garantía: 3 años o 100.000 km (extensible a 5 años o 120.000 km)

COMERCIALIZA:

Santa Rosa Motors. Cerro Largo 888. Tel. 29020519. Web: www.renaulturuguay.com.uy