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| Probamos al nuevo hatchback chico de Chevrolet, el Onix. |
Cuando una marca presenta en el Mercosur un nuevo producto para competir en el segmento B, todo el mundo para la oreja. La porción más peleada del mercado regional está más movida que nunca. Aparecen competidores nuevos, como ser Toyota o Hyundai, con los Etios y HB20, respectivamente, mientras que otras más experimentadas, están apostando por una receta conocida, que es reeditar lo que saben que tuvo buena recepción, mientras que otras arrancan nuevamente de cero.
General Motors es de estas últimas, con uno de los lanzamientos más esperados del 2013, el Onix (ver lanzamiento). Un modelo inédito de plataforma global, que llega para ocupar el lugar que supo dejar el Corsa II. De un producto derivado de un Opel, adaptado al Mercosur, a uno completamente regionalizado y nuevo. Pero la estrategia de Chevrolet para quedarse con la mayor parte de la torta no termina ahí. Es todavía más elaborada.
Mientras otros reducen su oferta a dos modelos en este segmento, uno "popular" y otro más moderno, o como los siempre atentos muchachos de marketing dicen, el segmento "B+", Chevrolet ataca desde todos los frentes, con cuatro opciones: Celta, Agile, Onix y Sonic. En esta nota pueden ver al Onix comparado con sus hermanos de gama, para encontrar semejanzas y diferencias.
A General Motors a veces se la cuestiona por esta estrategia comercial, pero si lo analizamos un poco, no está tan errada. Durante el lanzamiento del Onix (ver nota), entrevisté al Ing. Pablo Ramos, gerente general de GM para Uruguay y Paraguay, y al preguntarle por la abundancia de modelos, me respondió con una metáfora bien clara: "Una pregunta recurrente que nos hacen es por qué tenemos tantos autos en un mismo segmento. Porque no estamos jugando partidos iguales, hay que cubrir todos los huecos porque los rivales no nos dan respiro. Para mantener el liderazgo, tenemos que abrir la cancha."
En un segmento como el B, el precio es preponderante a la hora de cerrar una compra, y unos cientos de dólares pueden dar el sí o el no. Chevrolet escalonó a sus productos, si bien a precios parecidos, con una distancia prudencial, entre mil y dos mil dólares de diferencia en promedio. Otras marcas hacen exactamente lo mismo, pero en lugar de tener cuatro modelos, ofrecen cuatro versiones de un mismo modelo, como hace Volkswagen con la gama del Gol, uno de los rivales más claros del Onix.
Las estrategias son diferentes, pero igualmente válidas, y eso lo demuestran las cifras de ventas. Tanto Chevrolet como Volkswagen -junto a Fiat- son las marcas que más apuestan a esta porción del mercado, y eso las lleva a ocupar el podio de las más vendidas mes a mes desde hace varios años. Fiat tiene un 100% de su gama en este segmento, Chevrolet un 61%, y Volkswagen 50%, descartando de la cuenta a los MPVs, SUVs y utilitarios, solo berlinas o hatchbacks.
El Onix es el nuevo chico del barrio, y funciona como una pieza más del poblado segmento B, pero una de las más importantes para Chevrolet, a la hora de conquistarlo. Desde los papeles, con la relación precio/equipamiento/garantía que ofrece, todo indica que es el primer rival de peso ante dos modelos afianzados en el mercado, como ser los VW Gol o Fiat Palio y para otro que viene picando en punta, el Nissan March. En unos días veremos en la evaluación que le realizamos, si tiene con qué atacarlos.
Mientras otros reducen su oferta a dos modelos en este segmento, uno "popular" y otro más moderno, o como los siempre atentos muchachos de marketing dicen, el segmento "B+", Chevrolet ataca desde todos los frentes, con cuatro opciones: Celta, Agile, Onix y Sonic. En esta nota pueden ver al Onix comparado con sus hermanos de gama, para encontrar semejanzas y diferencias.
A General Motors a veces se la cuestiona por esta estrategia comercial, pero si lo analizamos un poco, no está tan errada. Durante el lanzamiento del Onix (ver nota), entrevisté al Ing. Pablo Ramos, gerente general de GM para Uruguay y Paraguay, y al preguntarle por la abundancia de modelos, me respondió con una metáfora bien clara: "Una pregunta recurrente que nos hacen es por qué tenemos tantos autos en un mismo segmento. Porque no estamos jugando partidos iguales, hay que cubrir todos los huecos porque los rivales no nos dan respiro. Para mantener el liderazgo, tenemos que abrir la cancha."
En un segmento como el B, el precio es preponderante a la hora de cerrar una compra, y unos cientos de dólares pueden dar el sí o el no. Chevrolet escalonó a sus productos, si bien a precios parecidos, con una distancia prudencial, entre mil y dos mil dólares de diferencia en promedio. Otras marcas hacen exactamente lo mismo, pero en lugar de tener cuatro modelos, ofrecen cuatro versiones de un mismo modelo, como hace Volkswagen con la gama del Gol, uno de los rivales más claros del Onix.
Las estrategias son diferentes, pero igualmente válidas, y eso lo demuestran las cifras de ventas. Tanto Chevrolet como Volkswagen -junto a Fiat- son las marcas que más apuestan a esta porción del mercado, y eso las lleva a ocupar el podio de las más vendidas mes a mes desde hace varios años. Fiat tiene un 100% de su gama en este segmento, Chevrolet un 61%, y Volkswagen 50%, descartando de la cuenta a los MPVs, SUVs y utilitarios, solo berlinas o hatchbacks.
El Onix es el nuevo chico del barrio, y funciona como una pieza más del poblado segmento B, pero una de las más importantes para Chevrolet, a la hora de conquistarlo. Desde los papeles, con la relación precio/equipamiento/garantía que ofrece, todo indica que es el primer rival de peso ante dos modelos afianzados en el mercado, como ser los VW Gol o Fiat Palio y para otro que viene picando en punta, el Nissan March. En unos días veremos en la evaluación que le realizamos, si tiene con qué atacarlos.
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